Luego de que en agosto unos 4 millones de personas compraran divisas, se espera una caída en la cantidad de ahorristas que acceden a divisas debido a las restricciones cambiarias anunciadas el 15 de septiembre pasado.
Con todo, y aun después del aumento en el costo que hay que pagar por cada billete luego del endurecimiento del cepo, hay grandes diferencias de precio en el mercado: se puede ahorrar hasta $1.700 entre los distintos tipos de cambio que existen.
Tras la imposición del recargo del 35%, el costo por dólar para los ahorristas está por encima de los $130, cuando un mes atrás rondaba los $100. Así, comprar el cupo completo requerirá entre $24.900 y $26.600 según el banco o la casa de cambio a la que se recurra, tomando precios del cierre de ayer martes.
Con un dólar mayorista en $ 76, la divisa es vendida en las entidades financieras con una comisión que puede llegar hasta el 5%, percibida por los bancos por su intermediación, a lo que se agrega el 30% del recargo “solidario” y otro 35% impuesto a mitad de septiembre.
Según el promedio de venta electrónica en bancos que informa el Banco Central, el billete verde es ofrecido a $133,16 en promedio, con precios en torno a los $131,92 en la banca pública.
¿Cuánto cuesta acceder al cupo mensual de USD 200 según el banco? Las diferencias entre las entidades se han vuelto más grandes luego de la imposición del 35% de percepción.
En el Banco Macro cada dólar al público se paga a $80,50, que se hace efectivo a $ 132,86. Por el cupo de USD 200 hay que desembolsar $25.565. En el Banco Santander la cotización es de $ 80, lo que luego del impuesto país y la percepción a cuenta de Ganancias significa un costo de $132 por dólar y el cupo mensual íntegro alcanza los $26.400.
Las casas de cambio, por otra parte, son las que permiten algún ahorro significativo. La casa de cambio online Buen Dólar, a modo de ejemplo, sostenía el martes pasado una cotización de $ 75,48, lo que lleva a la cotización solidaria de $ 97,37 y a un costo por el cupo total de $ 19.474. Se trata, sin embargo, de entidades que requieren el uso de cuentas bancarias para operar.