En diálogo con Nuevo Diario, Correa recordó que el 22 de septiembre pasado vio la luz su segundo material solista, llamado Destinado, que se encuentra actualmente en todas las plataformas y al que definió como “muy íntimo”, con temas de amor, de introspección, de libertad, de desesperanza, y hasta de angustia, que fueron todos presentados el 29 de septiembre en la Usina Cultural, con una amplia convocatoria.
Se trata de material local, de alta calidad producido en su totalidad por Correa y Kike Ramón, y que hasta el momento cuenta con cuatro video clips y un quinto por estrenar a fines de diciembre, como para cerrar el año.
En cuanto a “No me vas a ver caer”, el estreno de esta semana, es una canción de blues rock: “con muchas influencias del rock argentino de los noventa, y sobre todo de la banda Perro Ciego, una banda que escuché mucho desde siempre”, detalló al artista, que puntualizó capturas y reminiscencias de “Letras Rojas” y “Rocabola”, los primeros materiales de la banda de rock emblemática de Salta, “Es un tema que es parte de ese tiempo mío”, sostuvo Correa con nostalgias.
Sebastián también se refirió a los tiempos políticos a los que Argentina asiste, y los efectos en particular para los artistas independientes, cuyo camino es cuesta arriba: “Hay momentos de una angustia generalizada, habrá que esperar y ver cómo funciona el sistema para todo el mundo”, dijo en tono esperanzador.
“Me parece que para los músicos tal vez signifique una gran apertura, para poder decir muchas cosas, después de un período de claustrofobia y ensimismamiento en el que transcurrió la música argentina durante los últimos años”, analizó y añadió: “Creo que estos son los momentos claves para la música -porque históricamente fue así-, porque los gritos de la libertad se dan cuando hay una opresión, y desde ese lado veo una renovación musical”.
Por último, mantuvo el tono esperanzador y expresó: “Tal vez sea el momento de nuevas generaciones, de nueva sangre argentina de nuevas fusiones, de nuevas formas de decir cosas y también de fusionar con otros estilos. Me parece que todo enriquece la música, la pone en otro lugar y Argentina siempre fue una usina de expresión artística, creo que puede haber un espacio para que la música tenga un espacio de grito de verdadera libertad”, cerró.
