La normativa establece que estarán prohibidas las intervenciones médicas, incluido el uso de medicamentos, dirigidas a la reasignación de sexo.
Ahora la prohibición no se aplica a las intervenciones relacionadas con el tratamiento de anomalías congénitas, enfermedades genéticas y endocrinas que causan trastornos en la formación de los órganos sexuales de los niños.
Se señala que el objetivo de esta nueva ley es contribuir a proteger los fundamentos morales y familiares constitucionales de la sociedad rusa, así como preservar la salud de los ciudadanos del país, especialmente la de los niños.
La ley entra en vigor a partir de la fecha de su publicación oficial. Al mismo tiempo, su contenido no será aplicable para las personas que se sometieron a procedimientos de transición de sexo antes de la adopción de la medida.
Ahora, los transexuales rusos temen no solo una mayor represión, sino también el exilio, ya que ven limitadas sus opciones de tratamiento. La ley prohíbe cualquier intervención médica, tanto quirúrgica como mediante el uso de medicamentos, para el cambio de sexo de transexuales.
Solo se permitirán intervenciones médicas relacionadas con el tratamiento de anomalías congénitas, enfermedades genéticas y endocrinas asociadas con la formación alterada de los órganos genitales en los niños tras la decisión de una comisión médica.
Asimismo, los diputados rusos han querido prohibir la adopción de niños a las personas que ya hayan cambiado de sexo, así como su tutela o fideicomiso. La legislación también establece la anulación del matrimonio si uno de los cónyuges se somete a una reasignación de sexo.
La aprobación de esta ley ha generado una gran controversia y preocupación en la comunidad transexual, que ve limitadas sus opciones de tratamiento y teme una mayor represión. Además, la ley también restringe la adopción de niños y la anulación del matrimonio en caso de reasignación de sexo.
Esta decisión se enmarca en la política de Rusia de proteger los valores tradicionales y la familia, y se suma a la reforma constitucional de 2020 que establece el matrimonio como una unión exclusiva entre un hombre y una mujer.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha asegurado en su momento que mientras sea presidente en Rusia no habrá matrimonio homosexual, dejando en claro su postura respecto a este tema.
