Y es que Argentina no cuenta con normas que fijen los montos máximos a los que se puede vender la nafta y el gasoil, atento a que los precios de los combustibles están desregulados y ante este escenario hay una gran dispersión de precios, que se siente con mayor fuerza en el noroeste porque es una de las regiones con mayores costos en estos productos.
Así, en comparación con los precios de los combustibles de Buenos Aires, los valores en Salta, si bien en un principio, el aumento fue por encima del 4% (el acuerdo Gobierno-petroleras se cayó), y en el caso de nuestra ciudad fue del 5,75% en promedio, según consigna el sitio oficial preciosensurtidor dependiente de la Secretaría de Minería de la Nación.
La nafta premium fue la que más sufrió la suba, con 21,3 pesos. Es decir, antes valía 266 y ahora cuesta 287,3, con lo cual la suba fue del 8%.
De este modo, la nafta conocida como infinia (siempre tomando como referencia la compañía de bandera estatal, YPF), fue la que más impacto tuvo en su precio. En cuanto a la nafta súper, la suba fue de 13 pesos, es decir un 6%, ya que antes costaba 218,2 y ahora cuesta 231,2 pesos. El combustible diésel pasó a costar 247,6 pesos, es decir que se encareció $14 ya que antes su precio era de 233,6 pesos.
Un golpe al bolsillo en el interior
Como es habitual, los incrementos impactaron con mayor intensidad en el interior de la provincia. Por ejemplo, en Tartagal y Cafayate, la nafta súper alcanzó un precio de 239,7 pesos, mientras que la nafta infinia se ubicó en 297,7 pesos (diez pesos más que en la ciudad de Salta). Respecto al diésel, su valor en estas localidades es de 259,4 pesos, y el diésel infinia se encuentra en 322,6 pesos.
Sin embargo, en otras localidades las diferencias de precios no son tan significativas. En Rosario de la Frontera, Orán y Joaquín V. González, la nafta súper se vende a 231,6 pesos, es decir, cuarenta centavos más que en Salta capital.
Mientras que el precio del diésel se mantiene prácticamente unificado en el interior de la provincia, ya que tanto en el norte como en el sur tiene un costo de 259,4 pesos. Lo mismo ocurre con el diésel infinia, cuyo precio es de 332,6 pesos, diez pesos más que en otros lugares.
La situación asimétrica ya había sido denunciada en abril desde la Cámara de expendedores de combustibles de la provincia de Salta.
Confrontación de Nación con las petroleras
Cabe recordar que días atrás, y ante los planes de las petroleras, de alcanzar un aumento de hasta un 7,5%, el ministro de Economía Sergio Massa mantuvo este viernes "tensos cruces" con los ejecutivos del sector, para que mantengan las subas dentro de lo establecido en los acuerdos firmados, y en ese sentido reclamó que no haya aumentos que excedan el 4,5%.
Las petroleras sostienen que desde que se pautaron las subas incluyendo a los combustibles en los acuerdos de precios justos, han incrementado sus precios en un 23%, mientras en el mismo período la inflación trepó por encima del 40%, lo que conjugado además con la suba del dólar pone a las empresas "en una posición insostenible".
Por eso las petroleras que querían "correrse" de esos acuerdos todavía vigentes, y apuntaban a forzar aumentos por encima de lo acordado, para acotar esa brecha que consideran "de atraso" en el sector. Claro que para Massa esas subas significaban una mayor presión inflacionaria sobre el índice en marcha de junio, por lo que dedicó buena parte del viernes a mantener esos "tensos cruces" con los directivos de las petroleras, para impedir que los acuerdos de "Precios Justos" queden en el olvido.
A partir entonces de esas comunicaciones, desde Economía pusieron el ultimátum para que los precios en los surtidores no contengan subas más allá de un 4,5%. De hecho YPF fue la primera en anunciar ajustes en esa línea, siguiendo los lineamientos reclamados por Massa.
