Ayer, mientras se realizaba la inspección sobre el margen del Río Arenales, a la altura de la Planta Depuradora Sur, se detectó que una finca contaba con una toma de agua clandestina que era usada para extraer agua que luego utilizaban para regar hortalizas.
El dueño de la finca, Luis Lavaque, admitió no contar con ningún permiso ni haber realizado ninguna gestión para el uso del agua.
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El Ente, por su parte, remarcó que, ante la ejecución de la obra de optimización y ampliación de la Planta Depuradora Sur, hay una “carga orgánica elevada” en el Río, por lo que “representa un alto riesgo de contaminación”, agregando que las aguas cloacales sin tratamiento son portadoras de distintas bacterias como la salmonella y también puede servir a la trasmisión de distintos virus.
Ante la situación, se decidió dictar una medida cautelar en sede administrativa y ordenar a la prestadora (COSAYSA) que arbitre las medidas necesarias para el cese de la actividad clandestina realizada por los productores, además de la suspensión inmediata de la captación de agua contaminada.
Asimismo, dieron intervención a la Secretaría de Recursos Hídricos, a la Secretaría de Medioambiente y pusieron en conocimiento a la Procuración General de la Provincia y a la Dirección General de Coordinación Epidemiológica dependiente del Ministerio de Salud Pública.
