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Fue un fallo unánime la Cámara Segunda en lo Criminal de General Roca, Río Negro. La sentencia se leyó en una sala colmada de público que, tras cinco horas de escuchar los fundamentos, estalló en una ovación al escuchar el fallo:“Imponer prisión perpetua e inhabilitación perpetua”.
Tal fue la reacción que la presidenta del tribunal, María Evelina García Balduini, se apuró a ordenar “desalojen la sala”, aunque enseguida se arrepintió y terminó pidiendo que hubiera calma para posibilitar que terminara el trámite de la lectura.
La pena recayó sobre los policías Sandro Gabriel “Chueco” Berthe, Pablo Federico Bender, Juan Francisco Barrera, Héctor Martínez, Pablo Andrés Albarrán Cárcamo, Pablo Roberto Quidel, Diego Vicente Cuello. Todos fueron declarados coautores, con distintas acciones, del homicidio de Daniel Solano. Berthe, Bender y Barrera fueron condenados también por vejaciones.
La Fiscalía y la querella de la familia Solano, miembro de la Comunidad Misión Cherenta, de Tartagal, habían pedido prisión perpetua. La defensa, en cambio, habían solicitado absoluciones.
El tribunal sostuvo que el hecho ocurrió alrededor de las 3 de la madrugada del 5 de noviembre de 2011. Solano fue sacado del boliche Macuba,en Choele Choel, de forma violenta, quienes lo retiraron un poco del boliche y volvieron a agredirlo, mientras esperaban un patrullero de la Comisaría Octava, en el que lo cargaron llevándolo hasta el balneario municipal, el último lugar en el que se sabe que Solano estuvo con vida.
En la extensa lectura del fallo el tribunal, integrado además por los jueces Oscar Gatti y Gastón Martín, reseñaron las fallas que hubo en esta causa, que casi alcanzó los siete años: “hubo pistas y testimonios falsos”, se “presionaron testigos” y “desapareció evidencia durante la búsqueda, como una billetera” que compañeros de trabajo de Solano identificaron como de su propiedad.
Para los jueces, “las coartadas de los acusados no hicieron más que confirmar su responsabilidad” en la desaparición del joven que había ido a Malargüe a cosechar fruta, empleados por la empresa AgroCosecha, contratista de la multinacional Expofrut.
“Los testimonios y evidencias confirman la participación de los policías”, concluyeron los magistrados, que consideraron creíbles las declaraciones de personas que estaban en el boliche Macuba e identificaron a los policías y también describieron sus actos en relación a Solano.
Violencia policial
Por otro lado, el tribunal no hizo lugar al pedido, de la querella y la Fiscalía, de que los acusados, fueran detenidos de inmediato. “No existen riesgos procesales que habiliten” la detención de manera preventiva, sostuvieron los magistrados. En el mismo sentido recordaron que “ya han agotado los tiempos máximos de la prisión preventiva”. Recién cuando la sentencia quede firme los policías serían detenidos.
Asimismo, los jueces entendieron que los golpes, la desaparición y el homicidio de Solano fueron provocados por simple violencia policial, y descartaron la hipótesis, sostenida por la querella de que el crimen fue en represalia por los reclamos salariales que había realizado el joven a AgroCosecha. Afirmaron que los apremios ilegales y abusos eran habituales en la Comisaría Octava, donde revistaban los policías ahora condenados: “Ese era el procedimiento con todos”, aseguraron.
La lectura de la sentencia, transmitida en vivo, fue seguida por numeroso público, entre ellos representantes de varias organizaciones1 sociales y políticas.
También asistieron familiares del joven, en representación de su padre, Gualberto Solano, quien falleció el 3 de abril, poco después de declarar en este proceso, que comenzó en febrero pasado. Los familiares fueron acompañadas por las Abuelas de Plaza de Mayo Inés Ragni y Lolín Rigoni.
Al final, mientras que la mayoría del público celebraba la sentencia cantando y levantando la imagen del joven asesinado, los familiares de los condenados criticaron la decisión de la Cámara Segunda.
