“Mataron a mi bebe, días antes había cumplido su 1er añito, por eso hice una denuncia por mala praxis en contra de los médicos que lo atendieron, desde el 28 de diciembre hasta el 3 de enero que falleció”, dijo a Nuevo Diario la mamá del pequeñito que ingresó el 28 de diciembre por la mañana, llegó a la guardia del hospital Joaquín Corbalán, con vómitos, diarrea y fiebre.
El sábado a la noche quedó internado Bautista Gael Bravo, con sus padres, al día siguiente denuncia que nadie se acercó a la sala para ver su evolución, a pesar que estaba deshidratado, sin ganas de comer, con vómitos, diarrea y fiebre. Al día siguiente un médico decide que sea trasladado de Rosario de Lerma al Papa Francisco, en Capital, para efectuar otros análisis.
Donde le señalan que no sabían el motivo de la fiebre y nuevamente la sospecha de salmonelosis. Les advierten que los resultados de otros estudios entre el 2 y el 3 de enero y le indican medicamentos por medio de una vía, regresando al hospital de Rosario de Lerma.
“Mi hijo paso bien la noche del 30, ya con la medicación indicada, el martes 31, en vísperas de Año Nuevo, mi hijo estaba despierto, jugaba conmigo, su medicación paso excelente, era la segunda dosis del antibiótico cada 12 horas, sin embargo, advertí que en el horario de la tarde la jeringa, tenía otro color, algo me hizo ruido y no me quede con eso pregunte a una enfermera y me confirmó que era otro color de medicamento”, recuerda como si estaría viviendo el momento.
Al día siguiente debieron trasladar al bebé al Materno Infantil, “mi hijo entro por emergencia pediátrica, sector ambulancias, fue rápidamente atendido, valorado por la médica pediátra de guardia, de apellido Avila, quien me dijo que mi bebé estaba perfecto no estaba deshidratado, examino los piegles de su abdomen, sus uñitas de pies y manos, las lágrimas, estaba lucido. Y no entendía porque seguía internado, pero que respetaba los diagnósticos”.
Finalmente los llevan al hospital de Rosario de Lerma, donde dos dias después, y mientras le estaban colocando la medicación, el bebé se descompensó de repente, tras haber estado animoso y con buen semblante.
“Lo vi duro se lo saqué de las manos, le pedí ayuda a esa enfermera, le grité ayudame, mira mi bebé, gritaba, como una loca, entró de nuevo la gerente, porque al otro nene lo habían estabilizado, preguntando qué pasa, le dije doctora mi bebé, ahora es mi bebé. Lo colocaron en la cama y empezaron con RCP”, dijo Lidia que tras ese hecho acompañó a su bebé nuevamente al Materno Infantil, donde llegó sin vida.
En el camino muchas cosas no cuadran con una emergencia, la enfermera, recordó Lidia, no llevó sus lentes o sea no sabía que medicamento estaba colocando, no podía ver la saturación de oxigeno y con el agravante que llevaron la historia clínica del bebé de la cama de al lado, no a la de Gael.
“Y me cansé de ir a la fiscalía desde el día 5 de enero cuando hice la denuncia, nunca me dieron una respuesta como la gente y le digo maá cuando me dieron el informe que se esperaba de los análisis, dio negativo para salmonella”, señala con tristeza.
En ese interín fue en varias oportunidades solicitando el informe de la autopsia para conocer de qué murió Bautista Gael Bravo.
En la jornada de ayer se presentó su abogada, a la fiscalía Nº 3 de Graves Atentados contra las Personas y le señalaron que el informe está desde el 14 de febrero. “Personalmente fui y hace poco la auxiliar de la fiscal me dijo que no había nada, que seguían entrando causas y que por eso no se había hecho el informe”, agregó Lidia Romano.
Hoy fue citada para que la notifiquen de ese informe, al que muchas veces intentó acceder.