En esta “experiencia” interviene una planta en donde se originan las partículas similares al COVID-19 que se aplican a voluntarios que a la fecha suman 7 mil en el país. Se trata de una vacuna, la primera de origen vegetal cuya inmunidad supera de 50 a 75 veces a las que ya están en el mercado y que podría ser aprobada en los próximos meses.
Nuevo Diario dialogó con Diego Wappner coordinador clínico y de farmacovigilancia de los estudios de la vacuna vegetal, quien precisó los detalles de este trabajo del que nuestro país forma parte junto con Canadá, Brasil y otros países de Latinoamérica y que se encuentra en Fase 3, es decir de análisis de eficacia: "la planta se transforma en una pequeña fábrica biológica que produce una proteína similar al virus, disparadora de anticuerpos", refiriéndose a la Nicotiana benthamiana, de origen australiano de la familia del tabaco y que es procesada por un laboratorio (Medicago). De esta manera, al ser inoculada el cuerpo la recibe y la confunde con el virus generando anticuerpos", señaló y aseguró que se trata de "una vacuna muy prometedora".
"La vacuna tiene la característica de que a través de un sistema que se llama vector, se le ingresa a la planta una bacteria no infectante: ésta fabrica la proteína que se llama virus like particles vlp, es decir una partícula similar al virus, tras un proceso de cosecha, se purifica y se obtiene esta partícula símil viral, que se la rodea de una cobertura grasa, se la inocula, el cuerpo la recibe y la confunde con el virus generando anticuerpos", amplió Wappner.
Asimismo y sobre la planta, refirió que se trata de una "pariente lejana del tabaco, australiana" que ya fue utilizada por el laboratorio mencionado para combatir el virus a H1N1, "hoy la usamos para anticuerpos específicos, y la ventaja es que su diseño coincide con las cepas circulantes, es decir que existe la posibilidad de ajustarla a las necesidades de las cepas circulantes".
La llamada informalmente "vacuna vegetal" se completa con dos dosis, que tienen 21 días de intervalo entre cada una y se espera en aproximadamente 60 días la aprobación para su puesta en circulación. En cuanto a posibles reacciones adversas, el especialista señaló que no se registraron aunque advirtió que las respuestas se obtienen después de estudios a gran escala.
Como parte de la fase 3 de ensayo clínico, en nuestro país se están reclutando voluntarios mayores de 18 años para probar la inmunización. Para poder participar de este ensayo, los interesados deben inscribirse en la página y completar un formulario. A partir de allí se los contactará para una consulta médica en la cual se evaluará si cumplen los requisitos para ingresar. Los voluntarios no deben haber tenido COVID-19 ni haberse colocado ninguna de las vacunas existentes.