Los trabajadores autoconvocados solicitan ayuda para poder reconvertirse mediante cooperativas de trabajos; no quieren subsidios, ni créditos, sólo quieren trabajar, porque la pandemia destruyó la economía de sus familias.
Las personas que dependían económicamente exclusivamente de una fiesta familiar o cumpleaños, hoy forman parte de uno los sectores más golpeados. Así lo manifestó Carolina, quien contó que "en total son 700 familias que desde marzo están sin poder trabajar".
"Ante la situación actual que es sumamente compleja y hasta desesperante en muchos casos, teniendo en cuenta que en el marco de esta pandemia fuimos los primeros en cesar nuestras actividades y seguramente los últimos en retomarla plenamente, es por ello que los representantes y trabajadores informales del rubro de eventos y espectáculos, entre otros, decidimos unirnos y conformar ATEESA (autoconvocados trabajadores de eventos y espectáculo)”.
"Solicitamos que se valore la importancia de nuestro trabajo y a todos aquellos que lo realizamos: decoradores, organizadores de eventos, mozos, bartenders, seguridad, chefs, ayudantes de cocina, bacheros, alquileres de vajillas, djs, animadores, fotógrafos y videógrafos, salones y casas de campo, floristas, pintacaritas y peloteros."
"Ante esta situación por la pandemia y al prohibirse las reuniones sociales y familiares, el reinventarse no es fácil, porque el cambio ya está en la sociedad, y por ello pedimos este protocolo", concluyó la trabajadora de evento social.