El hombre ofreció su sapiencia para la producción del amaranto y elaboración de productos como harinas y popeados (forma de pochoclos) para el consumo inmediato, que lleva un proceso de precocido. El 14 de enero presentó una nota en Casa de Gobierno.
“Los valores nutricionales equivalen a la leche y a la carne, de acuerdo a los estudios y recomendaciones de la F.A.O y la O.M.S., que son indicadores para la recuperación nutricional para todas las edades, desde niños a ancianos.
El amaranto ayuda a combatir la anemia y puede ser útil en la situación de emergencia nutricional de los pueblos originarios”, sostuvo Sandoval.
Señaló que la iniciativa de proponer el consumo de la semilla surgió para aportar un granito de arena, ante la pasividad de muchos por lo que ocurre en los departamentos Rivadavia y San Martín, donde el Gobierno provincial declaró la emergencia sociosanitaria.
Aclaró que el consumo de la harina de amaranto debe acompañar a la harina de maíz, que puede consumirse directamente o preparado en comidas. El consumo recomendado es de 50 gramos por día.
“Estas raciones les dará a las comunidades tiempo para resistir hasta que llegue el agua y los alimentos. Yo les ofrezco las semillas y les voy a enseñar a utilizar las hojas y sus frutos como alimento humano y animal. También enseñaré a cultivar y cosechar esta planta que es resistente a la sequía, salinidad y amplitud térmica. No exige gran cantidad de suelo”, explicó.
Sin embargo, contó que la producción inicial es costosa debido a la falta recurso humano disponible para la siembre y cosecha.
“Es un alimento ancestral muy utilizado por las antiguas comunidades americanas y que puede adaptarse a la región chaqueña”, afirmó.