Para ello se convocó, con estrictos protocolos, a voluntarios y voluntarias a participar.
Debido a la pandemia, estas serán las primeras construcciones a realizarse en el año. La organización tiene por objetivo movilizar de manera segura cerca de 80 jóvenes voluntarios y voluntarias durante ambos fines de semana, quienes trabajan junto a las familias. La primera construcción se hizo gracias al aporte de Swiss Medical (Instituto de Salta).
"Esta construcción es el resultado del trabajo en conjunto de 21 familias de los barrios Juan Manuel de Rosas, La Ciénaga, Floresta y Ampliación Solís Pizarro y el equipo de voluntarios y voluntarias que las acompañan. Para nosotros es muy gratificante llegar a este momento, ya que es el resultado de muchos meses de esfuerzo y trabajo, además de que este año se agravó el estado de emergencia en el que viven las familias. Esperamos que sirva para mejorar su calidad de vida. Nuestro compromiso es seguir trabajando para lograr que ninguno de sus derechos sea vulnerado", manifestó el director de TECHO en Salta, Carlos Durán.
La construcción de viviendas de emergencia es uno de los programas que TECHO desarrolla en asentamientos. Actualmente, en la provincia de Salta la organización construyó más de 700 viviendas.
Impacto de la pandemia en los barrios populares
En otro orden de cosas, Durán recordó que el Centro de Investigación Social de TECHO Argentina realizó un estudio sobre los efectos de la pandemia en los barrios populares, relevando información sobre las necesidades prioritarias. Según datos del Relevamiento Nacional de Barrios Populares (RENABAP), en la provincia de Salta existen 154 asentamientos en los que habitan más de 20.000 familias, de las cuales el 98% no tiene acceso a redes de agua potable y cloacas y más del 60% no tiene garantizado de forma regular el servicio de energía eléctrica.
"En Salta los Municipios de Tartagal y Capital son los que aglomeran más del 70% de los barrios populares del total de la Provincia y sabemos que estos son los territorios donde los sistemas de contención social menos llegan", comentó Durán.
Otro dato que surgió del informe es que el 51,6% de las personas asegura que la falta de agua potable es uno de los mayores obstáculos para poder afrontar la pandemia; el 32,6% considera que las condiciones de su vivienda afecta su capacidad de hacer frente al COVID-19, mientras que el 22,7% afirma que afecta mucho. El 39,4% asegura que el hecho de que muchas personas vivan en una misma casa influye negativamente en el cuidado de la salud, en tanto que el 37,3% identifica como una problemática el espacio reducido. El 58,96% afirma que la principal dificultad que enfrenta actualmente es la disminución de los ingresos del hogar