En 2022, su labor se hizo sentir, es por esto que, desde sus programas de nutrición, hogares y programas de oficios, consultas, atenciones y visitas de trabajadores sociales, recogen los frutos de un impacto positivo en más 2.000 familias con diferentes necesidades.
El balance del año anterior es el siguiente: se asistió 1.220 niños /as en programa; se entregaron 1.700 bolsones de alimentos; se distribuyeron 20.000 kg de leche; hubo 6.000 visitas sociales; el equipo de nutricionistas atendió a 10.000 personas; y se pudieron concretar 145 altas definitivas.
Labor en comunidades
La tarea de la ONG está centralizada en el norte provincial atento a la situación de comunidades originarias y también criollas, luego de varios años con mortandad infantil que motivaron a que se declarara la emergencia socio-sanitara en el Chaco salteño y que engloba a los departamentos de San Martín, Orán y Rivadavia.
En un comunicado Pata Pila señala la continuidad de trabajar en las comunidades cada semana con un grupo interdisciplinario de profesionales; médicos, pediatras, nutricionistas, psicólogos, trabajadores sociales, entre otros tantos, para combatir la desnutrición infantil y trabajar activamente en la restitución del derecho a la salud, la identidad, la vivienda digna y al acceso al agua potable.
Los objetivos que plantea Pata Pila para cubrir las necesidades de estas comunidades y garantizar el crecimiento y desarrollo de sus miembros son variados. Están diseñados estratégicamente para dar soporte a cada integrante del núcleo familiar y poder obtener un abordaje integral donde todos ocupan un papel importante de cuidado y atención.
Uno de los programas que resalta la visión de esta organización se centra en la formación de oficios, que busca empoderar a las mujeres que asisten a los centros a través del aprendizaje de actividades que le permitan no solo influir de forma positiva en la economía familiar, sino también potenciar su autoestima aprender tareas como costura, repostería, panadería, peluquería, huertas, entre otras. Al día de hoy, egresaron más de 150 nuevas mujeres con herramientas para emprender de forma particular. Además, concentraron esfuerzos para atender otros sectores importantes como vialidad y obras de agua en diferentes comunidades del norte de Salta.
La presencia de esta ONG se extiende, y su equipo de trabajo se hace cada vez más notorio en el país. Así, se destacan importantes reconocimientos como el Premio Emprendedor Social del año de EY a su presidente y fundador Diego Bustamante y Natalia Paz, directora regional del equipo de Salta como una de las mujeres líderes del año por Fundación Avon Argentina.
Pata Pila continúa un arduo programa de acciones a ejecutar durante este 2.023, renovando su compromiso con quienes más lo necesitan.
Transformar vidas en zonas postergadas
Desde Pata Pila, se expresa que “en numerosas ocasiones el esfuerzo que conlleva la atención integral de una comunidad necesitada puede no ser apreciado a simple vista, más aún cuando el apoyo está sujeto a la voluntad de profesionales que apuestan por darlo todo, y al accionar delimitado a la bondad y generosidad de aquel que desee ser parte del cambio y transformar vidas. Como cada año, el ejercicio de ser transparentes, fortalecer la confianza y evidenciar los resultados obtenidos, son parte de las acciones que comparte.
