En este contexto llama la atención la situación del sector gastronómico, cuyos miembros prácticamente no pueden trabajar por las restricciones vigentes. En muchos casos, incluso, son intimados como delincuentes por la policía cuando lo que pretenden es trabajar para tratar de cumplir con todas las obligaciones que genera mantener un negocio. Es aquí donde llama poderosamente la atención y genera todo tipo de especulaciones la promoción a través de redes sociales de leyendas, tales como “Volvemos con todo a las noches latinas” de un reconocido bar de la calle Balcarce donde se promociona “Este sábado 19/06 Noche de competencia: Salsa Ladys Amateur. Entradas 2x1 de 19 hs a 20.30”.
Es bien sabido que todos desean tener momentos de distracción, diversión y participación de un espectáculo con baile incluido. Pero, en realidad, estos tipos de eventos todavía no están permitidos. Si así fuera, los bares, confiterías y restaurantes estarían en todo su derecho de expresar su molestia e indignación porque ellos tienen horario reducido para poder trabajar.
Continúa el anuncio: Inscripción gratuita.
$ 1.000 en efectivo a la ganadora.
Premio a la mejor hinchada.
Sorteo de consumiciones.
La mejor música de la mano de Chalo DJ.
Jurado de Lujo.
Entrada general $ 200.
Si se lee detenidamente, lo que propone este evento está fantástico, pero para un tiempo y circunstancias que no son las de hoy.
Se puede especular –y de hecho hay algunos casos- que la policía “debe” o “tiene” que hacer la vista gorda para que esta “fiesta no clandestina” pueda celebrarse como se merece.
También hay que destacar que no es el único caso que se promueve a viva voz o sin restricciones en las redes, quizás porque ya cuentan con permiso, lo que sería muy injusto para el sector gastronómico. Trascendió que para hoy viernes también está “programada” una “fiestita” en calle San Luis al 900, entre Pellegrini y Jujuy, desde horas 20, donde invitan a bailar salsa, bachata y kizomba.
Evidentemente –parecería- que hay personas que son súper inmunes al Covid para arriesgarse a estas reuniones y que poco o nada les importa si contagian o se contagian. Lo lamentable es que hay personas que, a pesar de que podrían exponerse a esta situación, luchan para poder trabajar, a pesar del riesgo que ello significa, simplemente porque la situación económica los apremia, que es otra manera de morir un poco cada día.