Nicolás Muñoz, Joaquín Argañaraz, Manuel Gorjón y Elías Lamas, en noviembre del año pasado en Buenos Aires ganaron el primer puesto en la Roboliga 2018, la competencia más importante de robótica del país y con ello se hicieron merecedores de representar a la Argentina.Desde entonces que se encuentran en la dura tarea de buscar fondos para poder viajar a Australia.
Del Gobierno nacional hasta ahora solo obtuvieron negativas. “En enero se comunicó el gobernador Juan Manuel Urtubey con los chicos y aportó 50 mil pesos para que los chicos puedan pagar el viaje. Todo es muy caro porque nos sale 150 mil pesos por persona, todo el viaje.
El intendente Gustavo Sáenz colaboró con 65 mil pesos para los gastos de los dos docentes y para parte del seguro de viajeros y del equipamiento que debemos llevar”, contó a Nuevo Diario, Cecilia Budeger, profesora del Instituto de Innovación y Tecnología Aplicada donde coordina a los estudiantes.
Donaciones y apoyos
Remarcó además que otras empresas como Vasija Secreta colaboraron con 50 cajas de vinos para que puedan venderse para recaudar fondos.
“Martín Grande, a través de su radio colaboró con los pasajes de avión a Buenos Aires, el senador Rodolfo Urtubey se comprometió a gestionarnos la estadía en Buenos Aires hasta que podamos embarcar a Sidney. Cristina Fiore nos dio una mano muy grande con las gestiones ante Nación y nos colaboró desde su partido con las remeras y camperas que van a llevar los chicos y los docentes”, agregó.
Destacó además la colaboración de Esteban Bullrich, ex ministro de Educación de la Nación, quien apenas enterado del triunfo del equipo salteño les donó 80 mil pesos que lo utilizaron para la inscripción de la competencia.
“También la empresa australiana Galaxy Lithium que está radicada en Catamarca no tuvo problemas en pagarnos el hospedaje en Sidney y los transfer”, comentó Budeger. Sin embargo, las gestiones a nivel nacional no salieron para nada bien.
“Después de tanto peregrinar enviamos una carta el presidente Mauricio Macri, a través de Martín Grande, en donde le contamos las respuestas que nos dieron algunos funcionarios”, dijo.
“Al cónsul argentino en Australia le pedimos que nos ayude a gestionar un alojamiento económico para la delegación y nos envió a hablar con empresas extranjeras y ni siquiera felicitó a los estudiantes ni siquiera compartió la noticia en la comunidad argentina en Australia.
El ministro de educación nos hizo armar un expediente que pasó de mano en mano y terminó en la directora de Innovación Educativa Florencia Ripiani, quien con total desconocimiento de la materia rechazó toda ayuda y lo más lamentable es que ni siquiera mostró interés por el proyecto”, contó. Luego de esa misiva, desde la vicepresidencia de la Nación se comprometieron a dar respuestas a la brevedad.