En un año tan particular como lo viene siendo el 2020, la celebración del día del medio ambiente llega para movilizar todas las estructuras y replantear el estilo de vida que viene llevando la humanidad. En un día tan importante como hoy, es crucial pensar qué estamos haciendo con el planeta en el que vivimos y qué rol podemos tomar.
Para muchos, el medio ambiente no es importante, no es un problema urgente para resolver y todavía no entienden que, para que todo mejore, la solución debe aplicarse ahora y en colaboración con todos.
Hoy, el gran problema del medio ambiente es el cambio climático, y los Gobiernos actuales de todo el mundo han demostrado una gran irresponsabilidad para tratarlo, además de dejar en evidencia que este asunto no es un tema urgente a solucionar. No entendieron que la humanidad debe actuar ya, cambiando las políticas, tanto sociales y económicas que conforman el día a día.
Sin embargo, hay un grupo social fundamental que nos está enseñando a ser sostenibles y respetuosos con lo que nos rodea: los jóvenes y niños. Ellos son la clave para que un futuro en la tierra sea, no sólo sostenible, sino, posible.
Es por esto que la educación ambiental es una de las claves para poder salir adelante y para que todo en este sentido mejore, y no sólo educación para los niños, sino para todos, sobre todo para esa clase dirigente que tiene que tomar las decisiones por el pueblo y que evidentemente no está del todo preparada.
El coronavirus nos mostró que somos indefensos frente a las inclemencias de la naturaleza. Es hora de respetarla y cuidarla. Cada uno desde casa puede aportar su granito de arena: cuidando el consumo energético, reciclando si es posible, y tratando de llevar una vida más saludable y amigable con el medio ambiente, andar en bicicleta en vez de usar el auto, etc.
Los problemas medioambientales no están lejos, los tenemos y muy cerca, incluso aquí en Salta, con los desmontes, la falta de tratamiento en los residuos, la contaminación y explotación de los ríos, etc. Pero todo puede cambiar, todavía hay esperanza y depende de todos, que el cambio sea posible. En este día, tomemos conciencia sobre el respeto que le debemos a nuestra casa, que sin ella, no podemos vivir y esperemos que este año nos ayude a reflexionar sobre cómo tratamos la tierra en la que vivimos.