La Gazeta de Buenos Ayres, fue el primer periódico de la etapa independentista argentina. La Primera Junta indicó, por decreto, su fundación por ser necesario anunciar al público los actos oficiales y las noticias exteriores y locales. Sus primeros redactores fueron Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli.
Hoy, a 210 años de ese acontecimiento, está claro que el contexto es totalmente distinto. Pero sin forzar la historia podemos esbozar una idea que describe nuestra actualidad y también lo que vivieron los patriotas de mayo: la comunicación siempre es fundamental, y en épocas convulsionadas, mucho más.
En tiempos donde los datos fluyen por todos los medios de forma permanente, el ejercicio profesional del periodismo es un desafío constante. Producir información de calidad y transmitirla de forma precisa, para muchos es un arte cuasi extinguido frente a la explosión de las fake news y los portales cuya especialidad es la tergiversación y el sensacionalismo.
En este tiempo incierto y aciago, el desafío máximo de cada persona que ejerce la tarea de comunicar es desarrollar historias a partir de hechos y no de opiniones. Sustentar cada concepto en evidencia científica en lugar de especulaciones. Parece fácil pero no lo es. Progresar en una profesión que exige una dedicación tremenda, con un nivel de exposición muy alto, muchas veces en condiciones laborales inadecuadas, nunca es sencillo.
Debemos ser conscientes del esfuerzo que hacen tantos periodistas y comunicadores. Valoremos la información de calidad que consumimos todos los días. Detrás de cada nota y de cada artículo hay muchas horas de trabajo.