Los motivos de celebración del Día Internacional del Combatiente Forestal son:
Expresar el apoyo de la Comunidad Internacional y de la Sociedad en general a quienes combaten los fuegos de bosques y campos en todo el mundo, reconociendo su nivel de compromiso y dedicación.
Recordar a quienes han perdido la vida, o sufrido daños o secuelas en la lucha contra los incendios de bosques y campos.
Como una señal de respeto y agradecimiento hacia quienes tratan de preservar la vida y la integridad de los patrimonios y recursos naturales de los efectos de fuegos no deseados.
Todo surgió en diciembre de 1998, a raíz de un accidente ocurrido en el incendio Linton (Canadá), donde perdieron la vida cinco combatientes pertenecientes a una brigada forestal.
Ese hecho, que se suma a otros incidentes trágicos ocurridos durante la lucha contra los fuegos en todo el mundo, fue el punto de partida para el inicio de un movimiento que, paulatinamente, se ha ido extendiendo por diversos países.
Uno de los símbolos más significativos del Día Internacional de los Combatientes de Incendios Forestales es la cinta roja y azul. Esta cinta se corta con una precisión de cinco centímetros de largo y un centímetro de ancho, con los dos colores separados unidos en la parte superior. Simbolizan los elementos antagónicos (Fuego y Agua) en la lucha contra los incendios.
Cada año los incendios afectan a una superficie de unos 350 millones de hectáreas
El aumento de la densidad de población implica un riesgo más alto de incendios, debido a la mayor demanda de tierras y otros recursos naturales
Los incendios ocurren dentro y fuera de los bosques, y afectan a las superficies forestales y otras clases de terrenos.
La participación de las comunidades locales es crucial para reducir los incendios forestales y su impacto.