En el stand se entregaron folletos, hubo asesoramiento profesional y se instaló un “tabacómetro”, con la finalidad de que los fumadores depositen sus cigarrillos, recibiendo a cambio una planta para contribuir a la reforestación del ambiente. Esta idea forma parte de la concientización sobre los beneficios de dejar de fumar y vivir en ambientes libre de humo. Además, se realizaron encuestas para saber el nivel de consumo de tabaco en la población.
Algunas de las preguntas, por ejemplo, fueron: ¿cuándo comenzó a fumar?; ¿cuántos cigarrillos fuma por día?; Desde que se levanta, ¿cuánto tiempo transcurre hasta que enciende un cigarrillo?.
La jefa del programa de Abordaje Integral de Problemáticas Psicosociales, Alcohol y Tabaco, Mónica Campos, dijo que “ stamos trabajando intensamente en la prevención con niños, adolescentes y con las familias en las escuelas, dictando talleres y realizando actividades lúdicas”. Agregó que “también se trabaja con adultos, tanto en la prevención como con la ayuda psicológica para dejar de fumar tabaco, ya que contiene miles de sustancias químicas, incluyendo al menos 70 que causan cáncer”. Campos instó a los fumadores a respetar las legislaciones nacionales, provinciales y municipales de no fumar en espacios cerrados, incluso en la casa, para evitar que los fumadores pasivos, es decir quienes no fuman, pero están expuestos a los efectos nocivos del tabaco por aspirar el humo de su entorno, se enfermen.
