El cordobés junto a amigos contribuirá a generar un polo turístico en Isonza, para que la nena pueda ir a la universidad.
Mientras tanto, Delfina y su familia ya tienen una casa de 120 metros cuadrados construidos con fondos de "su amigo invisible" de Estados Unidos. Varias familias viven en un lugar cedido por la familia Tolaba, donde también están la iglesia y la escuela albergue, Martín Miguel Juan Matas de Güemes, y el Secundario.
Fernando Escudero contó a Nuevo Diario que el 17 de junio de este año, cerca de las ocho de la mañana, recibió la llamada de un cordobés radicado hace 33 años en Texas que al ver la foto de Delfina junto a un cabildo de cartón, se ofreció a colaborar para que la pequeña vaya a la universidad. La fotografía que viralizó Escudero la sacó un docente para el 25 de Mayo del año pasado.
"Le dije que nuestro objetivo tenía que ser lograr un ecosistema para que ella quiera estudiar. Para que ella vaya a la universidad, tienen que ir los hermanos, los vecinos, a lo que él me dio la razón. Entonces estamos armando un plan integral para convertir a Isonza en un lugar turístico, fomentando la cultura del trabajo, la educación y el desarrollo humano, económico y social", indicó Escudero.
Contó que él hace unos 26 años trabaja socialmente en la zona y siete años con la Fundación. Hasta el momento, logró que la escuela tenga una chanchería, una quesera, huerta e invernadero.
También promovieron que los chicos conozcan Buenos Aires y la ciudad de Salta. Además varios de los padres de los alumnos fueron provistos de herramientas y capacitados para que tengan sus propios emprendimientos.
"La idea es promover el turismo sustentable, para eso estamos viendo de armar cabañas que sean atendidas por la misma gente, fortalecer a los artesanos, armar circuitos y trabajar con turismo comunitario. Este hombre (“el amigo invisible") trabajó en el Banco Mundial y tiene muchos contactos y amigos con buenos recursos. Su idea es aportar los primeros fondos y después buscar financiamiento. La ventaja es que vamos a hacer un plan integral", señaló Escudero.
Detalló que con el envío de dinero desde EE.UU., Martín Cuevas, un lugareño, construyó la casa para Delfina, a la que solo le faltan los detalles y es donde vivirá con sus dos hermanos y su mamá.
"A la señora ya le habíamos dado una máquina para hilar y la idea es hacerle una quesera y después un buen corral para sus animales. Ya con eso puede tener lana y leche para hacer sus trabajos", agregó.
Por último Escudero expresó: “no es difícil ayudar a la gente, solo hace falta ocuparse al menos una hora al día y se puede cambiar la vida de una persona. Esto es un llamado a la acción. Los milagros existen, pero hay que buscarlos”.