Órdenes y contra órdenes, jornadas interminables, en tareas que de estar programadas y organizadas podrían no malgastar recursos humanos. Que es lo que terminó seguramente marcando un pico de estrés que caracterizó a la descompensación que sufrió la mujer policía.
La comisario debió ser internada en el sanatorio Santa Clara de Asís, donde se recupera, luego que fuera trasladada desde el Centro de Salud Nro. 17 de barrio San Remo donde recibió una primera atención.
La situación se habría producido en el puesto de control Policial de la Rotonda de Limache, en la zona sur de la ciudad, extra jurisdicción de la policía descompensada, que al momento de sufrir esta situación de salud, recibió una órden de una superior que fue contradicha por supuestamente una jefa superior.
La desinteligencia no deja de ser un momento de estrés, que quizás en situaciones normales pasa desapercibido; sin embargo, sabido es que los efectivos están atravesando al igual que otras áreas, recargas de horarios laborales, además del maltrato de la comunidad que muchas veces descarga en los puestos de control su bronca motivada vaya saber dónde; sumado a tener que aceptar que una de las dos jefas, le dijera: "Si no me cumple esta órden, quedará detenida", fue como mucho.
El enfermero J. T. quien recibió a la comisario Ch. diagnosticó que estaría sufriendo un Accidente Cerebro Vascular, por lo que de manera inmediata realizó tareas de reanimación, siendo asistida con respirador artificial, indicando la necesidad urgente de realizar su traslado hacia un nosocomio de mayor complejidad.
Así se comunicaron vía radial pidiendo una ambulancia, la que debió ser reclamada en varias oportunidades, hasta que se pudo concretar el traslado de la oficial superior hacia Clínica Santa Clara de Asís.
Allí la recibió el médico de guardia M. V. quien diagnosticó crisis compulsiva, debiendo ser la misma observada por un neurólogo, quedando internada en Sala de Cuidados Intensivos.
Sobre llovido mojado
Como dato anecdótico la ambulancia llegando al nosocomio fue chocada por una motocicleta que estaba siendo conducida por un menor de 16 años, actuaciones que se realizaron en el mismo momento.
Este es el caso que se conoció; sin embargo, es habitual ver en los controles que existen a veces dos comisarios y entre seis u ochos subalternos, esto lejos de organizar o agilizar, desorganiza; ya que las arterias y avenidas en Salta, Capital, no son tan anchas ni con tantos carriles como para que se lleven a cabo más de dos controles a la vez.
Es así que en muchos casos las jornadas laborales se extienden de 7 de la mañana a 11 y de 14 a 22 horas, lo que supone que en fines de semana se está frente a 12 horas de trabajo continuo.
La comisario inspectora se recupera bien, según lo informado hasta ayer a la tarde, donde lo que la mantiene internada en terapia intensiva es el fuerte dolor de cabeza que no se le quita. Se descartaron secuelas señalando que "pareciera no existen daños graves".