La información fue confirmada por funcionarios del área de comunicaciones del penal, que aseguraron que el guardia está fuera de peligro, y que las lesiones fueron asestadas más cerca del hombro izquierdo.
La información agrega que, a primera hora, de la mañana de ayer y luego de que se realizará las aperturas de las celdas, un interno agredió a un celador con un arma punzo cortante hechiza.
De la agresión el personal fue herido en el lado izquierdo casi altura hombro, inmediatamente toma intervención el personal que se encontraba en el sector, del pabellón E, logrando identificar al agresor que inmediatamente quedó a disposición de la superioridad.
El celador, en tanto que resultó herido fue traslado al hospital San Bernardo, donde tras las curaciones y controles, fue dado de alta, la cobertura estuvo a cargo de la ART correspondiente y tras el alta médica fue trasladado a su domicilio para su recuperación.
Por otra parte, se inició una investigación tanto por parte de la justicia como de manera interna, para conocer las causas por las que el agresor habría adoptado esa actitud.
Según trascendió el atacante no habría realizado ningún pedido, ni habría presentado queja alguna que haya podido desencadenar en una reacción del grado en que actuó.
El ataque se produce en momentos en los que el clima carcelario a nivel país lejos de plantear diálogo se advierte enfrentamiento, aprovechando la tensión que provoca la presencia del COVID-19 y todas sus derivaciones, de allí que se hayan adoptado una serie de medidas de higiene y sanitarias para evitar focos de contagio.
20 reclusos con domiciliaria
Por otra parte se conoció que la justicia federal y en línea con lo que estaría ocurriendo a nivel nacional, 20 internos de la cárcel de Güemes, están con cumplimiento de prisión domiciliaria.
Si bien se trata de decisiones a veces de los jueces que llevan adelante las causas individuales de los detenidos, en muchos casos, la medida se adoptó porque se trata de personas que pertenecen a grupos de riesgo. Llámese mayores de 60 años, y enfermos crónicos.
En todos los casos se trata de personas que sus delitos encuadran dentro del narcotráfico.