Las actuaciones están a cargo del fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, Pablo Cabot, desde el sábado por la noche cuando se alertaba la existencia de un cuerpo que yacía en la cinta asfáltica, con señales de serias lesiones de cuchillo. Pocas horas después la autopsia revelaría que falleció por shock hipovolémico por lesión vascular en cuello.
No poseía entre sus efectos personales identificación alguna y luego se presentó una mujer que dijo ser su concubina y que se trataría de Juan Albornoz, oriundo de Bolivia y que no poseía documento de identidad, ya que podría tratarse de un ingreso ilegal.
Ante la imposibilidad de establecer fehacientemente sus datos filiatorios, desde la Fiscalía se solicitó que se tomen sus huellas dactilares y se realice el correspondiente estudio dactiloscópico, para efectuar las consultas respectivas.