En otro escándalo para la Policía, el miércoles a la madrugada, alrededor de las 4:30, un cabo fue descubierto cuando sometía sexualmente a una mujer que debía cuidar, pues había radicado una denuncia por violencia de género y se le había asignado una consigna fija en su vivienda.
La medida de custodia para la mujer había comenzado a regir desde el 21 de octubre, en una casa de Villa Floresta.
Y hasta el martes no se habían registrado inconvenientes o quejas al respecto, lo que cambió cuando se designó a un cabo para que custodie la vivienda.
El miércoles, cuando el suboficial Federico Guzmán, con revista en el Sector 4ª, realizaba el control de las consignas por violencia de género, se dio con una situación irregular, a la que siguió una escena aún peor.
El policía, que cumple tareas como Jefe de Tercio, se percató de que el cabo, identificado por la policía como Rubén Martínez, no estaba en la casa a la que fue asignado, algo que llamó la atención de Guzmán en su ronda de servicio.
El policía llegó al domicilio en cuestión en un móvil y no vio al cabo Martínez, por lo que hizo un juego de luces, pero el suboficial no aparecía por ningún lado, así que descendió del patrullero y, al acercarse a la casa, verificó que su automóvil estaba estacionado en la vivienda.
En esas circunstancias, una mujer salió de la casa totalmente atemorizada y reveló que había sido abusada por el cabo, quien aún seguía dentro de la vivienda vistiéndose. Al parecer, el juego de luces, sirvió para que la víctima pudiera librarse de su abusador.
Abrumada, contó que, al llegar la noche, apagó todas las luces de la vivienda y se fue a dormir a su cama, mientras el cabo permanecía fuera del inmueble como custodia. Al poco tiempo de acostarse, se despertó sobresaltada porque alguien estaba tocándole sus partes íntimas.
En la cama
Sostuvo que el autor de esos abusos era el policía que había llegado para cumplir la consigna, quien se había sacado la ropa y se metió dentro de la cama con un bóxer y una remera, tras lo cual comenzó a tocarle sus partes íntimas a la vez que hizo que le tocara sus genitales.
Como prueba de ello, la mujer mostró marcas que le había dejado en los pechos productos de los abusos sexuales cometidos por el cabo, quien cumple tareas en la Comisaría de barrio Autódromo.
La mujer aclaró que le pidió al policía que cesará en su accionar, pero siguió con los abusos.
Tras el relato, el cabo salió de la casa y se reportó con Guzmán, quien, por prevención, procedió a retirarle el arma reglamentaria, tras lo cual se solicitó apoyo para trasladar al cabo en calidad de detenido.
La víctima fue trasladada a la dependencia policial de Autódromo, donde radicó la denuncia del caso y recibió la asistencia y contención por el abuso sexual sufrido por el policía que había sido enviado para cuidarla.