Los imputados son Julio César Monasterio, Norberto Silvestre, Carlos Alfredo Agüero y Juan Reynaldo Álvarez, por homicidio triplemente agravado por mediar violencia de género por ser perpetrado con ensañamiento y por concurso premeditado de dos o más personas, abuso sexual con acceso carnal agravado por el número y calificado por la muerte de la víctima, tortura agravada por la muerte de la víctima, todo en concurso ideal agravado por la participación de un menor de edad. También está imputada Marisel Griselda Urzagaste, y M. L. M. (menor al momento del hecho), por homicidio doblemente agravado por ser perpetrado con ensañamiento y tortura agravada por la muerte de la víctima.
Por el Ministerio Público intervendrá la fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Verónica Simesen de Bielke. La defensa de los imputados estará a cargo de Martín D’Andrea (Marisol Urzagaste), José Ortín Fernández (Norberto Silvestre), Thelma Niederle, de la UDP 1 (Juan Reynaldo Álvarez y Julio César Monasterio), Walter Clark, de la UDP 2 (Carlos Alfredo Agüero) y Adolfo Sánchez Alegre (M. L. M).
El hecho por el cual serán juzgados los seis acusados ocurrió entre el jueves 2 de marzo de 2.017 y la madrugada del día siguiente en la vivienda de Juan Reynaldo Álvarez, en barrio 17 de Octubre. Los restos de la víctima fueron encontrados el 7 de marzo a orillas del río Mojotoro.
La fiscal en la investigación Simesen de Bielke sostuvo como probable que el hecho transcurrió entre la noche del día jueves 2 y la madrugada del viernes 3 de marzo del año 2.017 en el domicilio de Juan Reynaldo Álvarez, sito en Bº 17 de Octubre, donde todo empezó cuando los acusados Agüero, Silvestre, Monasterio, Álvarez, Massola y Urzagaste, luego de captar a Daniela en el domicilio del “viejo”, amarraron a Daniela en una silla con las manos atrás y empezaron a reclamarle la supuesta sustracción de droga.
A partir de este momento, todos los nombrados, con distintas intervenciones empezaron a hacer daño a Daniela, que se encontraba bajo los efectos de sustancias estupefacientes. Surge de los testimonios que tras sujetar a Daniela, le colocaron una bolsa en la cabeza, lastimándola sucesivamente con golpes y elementos cortantes a modo de tortura.
Además habría sido quemada y sucesivamente abusada, le habrían seccionado sus extremidades hasta terminar con su vida. Sus restos habrían sido transportados en un vehículo automotor hacia los márgenes del río Mojotoro.