La orden de detención también se hizo extensiva a otros tres subalternos que estaban bajo su mando, con quienes "armó" un incidente para así detener al hijo de la dueña de un canal de cable, Anta Televisión, a quien pretendía intimidar.
La detención fue ordenada por el juez de Garantías de Joaquín V, González, Sebastián Guzmán Salustros, quien dispuso el arresto de Mamani y de los suboficiales, Juan Giménez, Julia Díaz, Sergio Argañaraz y Franco Matías Vizgarra.
Los cuatro efectivos están acusados provisoriamente de los delitos de abuso de armas agravado, privación ilegítima de la libertad y falsedad ideológica, vejaciones agravadas con fines de venganza.
De acuerdo a lo investigado hasta el momento, Mamani y los tres subalternos llevaron a adelante la maniobra en perjuicio de Luciano Diez, hijo de Iris Waidelich, de quien el comisario, presuntamente, quería vengarse por el tratamiento informativo de su gestión.
Para ello, el 28 de junio pasado, planeó detener a su hijo en la vía pública, sin embargo, el joven no le dio motivos para su arresto, no obstante, el jefe policial lo amedrentó con disparos al aire en una calle, tras lo cual se presentó en su casa y lo detuvo, aunque antes reviso el inmueble.
Al hacerlo, el comisario de manera deliberada dobló la patente del auto que conducía el joven, al parecer, con el objetivo de tener así una prueba de que el mismo había buscado eludir a los policías.
Su accionar, sin embargo, quedó reflejado en una cámara de video interna, en el garaje de la casa, la que el mismo Mamani advirtió, por lo que su reacción fue peor que la primera, ya que en dos intentos, buscó desdoblar la chapa patente.
Estas imágenes salieron a luz días atrás, lo que llevó a la fiscalía a pedir la detención del mismo y sus camaradas.
Al momento de resolver la detención de los policías, el juez tuvo en consideración no solo la pena que podrían recibir en caso de ser considerados culpables, sino también la circunstancia de que todos los encausados son miembros de las fuerzas de seguridad, por lo que se entendió que cobra mayor relevancia la posibilidad de fuga de los policías acusados.
También coincidió con la fiscalía en que los imputados podrían influir o intimar a los testigos o al denunciante para que informen falsamente o se comporten de manera desleal o reticente, accionar con el cual entorpecería el proceso penal en su contra.
Por otra parte, y en su resolución, el juez amplió la constitución de querellante y actor civil solicitada por la víctima.
Las cámaras de video, ahora enemigas
Muchas veces ponderadas por la misma policía, las cámaras de video, esta vez, no tuvieron piedad con los cuatro policías acusados, pues dos de ellas, de lo que se conoce hasta el momento, dejaron en evidencia el pésimo accionar de los policías imputados.
Casualmente, la primera cámara que delató a los uniformados no fue de las que opera esa fuerza, sino una que se encuentra instalada en las instalaciones del Núcleo de Innovación y Desarrollo de Oportunidades NIDO, una infraestructura pensada para el de-sarrollo de cursos y talleres de capacitación y actividades recreativas para la comunidad.
Esta cámara mostró como el joven Diez circulaba por la calle 6 de Enero, de esa localidad, cuando de pronto es cruzado por el móvil policial 1745, en el que iba Mamani y los otros tres policías, viéndose como los uniformados abren fuego al aire, tras lo cual el joven se retira del lugar.
Para detener a Diez, sin embargo, Mamani aludió que el joven circulaba a alta velocidad y le tiró el vehículo encima a los policías.
Una versión que quedó totalmente desacreditada, cuando se dio a conocer las imágenes de la cámara ubicada en la Sala NIDO.
Al quedar expuesto, el mismo comisario, en una radio de esa localidad, intentó explicar lo inexplicable, pues el video fue contundente.
"Mamani sostuvo que eran perseguidos por gente del barrio El Fortín con piedras, y que los disparos eran hacia estas personas", indicó Waidelich, madre del joven detenido.
"El comisario dijo que mi hijo circulaba por la calle 6 de Enero del barrio Obraje, pero no coincide con los hechos porque Luciano dijo que no anduvo por ahí", agregó la mujer.
Por su parte, la fiscal Verónica Simesen, a cargo del caso, señaló que Mamani y los tres policías implicados, para avalar la restricción ilegal de Diez, armaron una causa penal, en la que el comisario Walter Ezequiel Mamani formuló una denuncia en contra de Luciano Diez por el delito de atentado a la autoridad.
Asimismo, resaltó que en el garaje de la casa de Diez, no solo intentó doblar la chapa patente, sino que buscó dejar huellas en el rodado, para así sostener que hubo un incidente con el joven.