Por ello, es que desplegaron aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana con el fin de realizar el seguimiento del avión.
Ante este movimiento, la tripulación de la aeronave sospechosa aterrizó en el aeródromo de Mahahual, ubicado a unos 300 kilómetros al sur de la isla de Cozumel, a orillas del mar Caribe.
Al inspeccionar el avión, los militares descubrieron 32 paquetes con aproximadamente una tonelada de una sustancia blanca similar a la cocaína, carga valuada en unos 224.640.000 millones de pesos mexicanos, unos 12 millones de dólares, según información oficial.
La aeronave era comandada por los dos pilotos bolivianos, quienes quedaron detenidos a disposición de la justicia de ese país.
A fin de completar el rompecabezas, Toranzos lleva adelante distintas medidas en busca de establecer el movimiento de los pilotos, como así también reunir toda la información que permita establecer la ruta del avión y los posibles lugares donde descendió para cargar la droga.
La hipótesis principal, por ahora, apunta a que el jet habría cargado la droga en alguna pista clandestina en Bolivia o Perú, lo que se podrá establecer una vez que se revise el GPS de la aeronave. Lo que resta establecer, en tanto, es por qué eligieron Salta como punto de destino.
En el avión solo viajaban los dos pilotos, ambos de nacionalidad boliviana. El plan de vuelo, según fuentes judiciales, era Salta-Cozumel. Sin embargo, la aeronave aterrizó en el aeropuerto regional de Mahahual, en el sur del estado de Quintana Roo, a unos 300 kilómetros de Playa del Carmen, desde donde parten los ferrys que cruzan hasta la isla caribeña.
Se sabe que la aeronave, registrada en los Estados Unidos con matrícula N18ZL GLF3, despegó en Salta a las 5.48 del martes y que tiene una autonomía de vuelo de ocho horas. Aterrizando en suelo salteño a las 23 horas según registros oficiales, procedente del aeropuerto Ángel Albino Corzo, en el departamento mexicano de Chiapas. Poco después de su arribo, se inició la carga de 13.319 litros de combustible.
"La droga estaba en el avión sin ningún método de ocultamiento. Está claro que en el lugar donde la cocaína fue subida a bordo no hubo ningún tipo de control.