La detención se llevó a cabo en un departamento del casco céntrico de la capital provincial, a pocas cuadras de las oficinas del fuero federal, en la esquina de las calles Deán Funes y España.
La captura nacional e internacional de Carlos Ignacio Cialceta había sido dictada el 12 de abril pasado por la jueza federal Mariela Giménez, quien hizo lugar a un pedido del fiscal Carlos Martín Amad, quien ya había requerido la prisión preventiva del ex militar.
Al requerir tal medida, el fiscal dio a conocer informes que daban cuenta de que el ex militar se había marchado del último domicilio declarado. Al respecto, su pareja informó que el acusado ya no vivía más en ese inmueble y que desconocía dónde estaba.
A siete meses de dictarse su captura, una persona que pidió el resguardo de su identidad se presentó en la Unidad Fiscal Salta y aportó datos suficientes respecto al posible paradero del ex militar, lo que motivo un inmediato pedido de allanamiento y detención por parte del fiscal Amad.
Las medidas fueron autorizadas por la jueza Mariela Alejandra Giménez, por lo que, en las primeras horas de la tarde, personal de la Gendarmería se hizo presente en el edificio de departamentos, donde efectivamente encontraron a Cialceta, por lo que se procedió a su detención y alojamiento en dependencias de esa fuerza.
Prisión preventiva
El 29 de marzo pasado, en el marco de la causa, el fiscal Amad solicitó la prisión preventiva del ex jefe militar luego de que la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta revocara un fallo que lo beneficiaba con la falta de mérito.
El ex militar está procesado por su participación en el asesinato de un dirigente peronista, hecho que fue denunciado por su pareja, quien relató que el 10 de agosto de 1976 cinco sujetos encapuchados llegaron a su casa en General Mosconi y secuestraron a su esposo, luego de golpearlo duramente frente a sus cuatro hijos.
La víctima entonces fue introducida en un auto que partió rumbo a Tartagal. Más tarde, su cuerpo fue hallado sin vida en el paraje Acambuco, a 20 kilómetros de Mosconi. Se determinó que había sido dinamitado por una carga explosiva de Gelamón, el mismo componente que días antes había sido utilizado para eliminar a otros compañeros.