En agosto de 2011, Flores registró ante una escribana el boleto de compra-venta que da cuenta de la adquisición del terreno a su nombre. Sin embargo, señala que su hijo quiere correrlo de la casa para quedarse con todo.
El hombre sufre de artrosis en las rodillas, por lo que tiene la movilidad reducida. Usa bastón y camina muy lento. Preocupado por su futuro, decidió acercarse a la Redacción de Nuevo Diario para que su situación tome estado público.
"El 31 de enero en la noche hablé con Walter (su hijo), no quiso entrar en razón. Le dije que bien terminemos el trabajo de construcción en el terreno haríamos las escrituras para que los dos seamos los dueños. Pero él me dijo que quería todo, que para qué quería yo el terreno si ya me voy a morir", relató el hombre.
"Yo solo quiero paz para lo que me resta de vida", dijo, y contó que él construyó todo lo que hay en el terreno, desde las habitaciones, baño, colocación de chapas y revoque.
Carta documento
El 23 de febrero de este año Flores recibió una carta documento que le envió su hijo intimándolo a retirarse del lugar en un plazo de 24 horas, bajo apercibimiento de ley. Aduce que su padre atenta contra su integridad psíquica y física e incluso manifiesta en la carta documento que su padre levantó falsas denuncias. Acusa a su padre de hostigamiento y acoso hacia su hijo menor. Además asegura que es el titular registral de la propiedad, de acuerdo a la transferencia de dominio 220.
"Desde el 2012 que vivo en el barrio Círculo IV, él no hizo nada, me quiere sacar. Pido que me deje en paz, que me deje vivir solo o que me deje morir solo si nunca se preocupó por mí", indicó Flores.