El cambio de recorrido significa mayor inseguridad para los vecinos, por la seguridad de los choferes y las unidades de colectivos.
Los pasajeros de los corredores ahora deben caminar varias cuadras en las peligrosas horas nocturnas, también las personas con dificultades de movilidad o simplemente madres con hijos en sus brazos.
Fueron escuchados los reclamos de choferes por amenazas o lesiones que sufrieron en el sector norte de la ciudad y de SAETA por el daños que causan los apedreos a las unidades.
Se trata del barrio Castañares donde las unidades sufrieron vandalismos y un chofer fue amenazado con un martillo.
Esto ocurrió el fin de semana del 12 de enero y el cambio de recorrido se concretó desde el lunes pasado entre las 19 y las 7 de la mañana.
Sin embargo, el viernes último en la avenida Jaime Durán, se vivieron momentos críticos cuando increparon a un pasajero y al inspector de SAETA de apellido Coronel que, haciendo cumplimiento con ese cambio, trataban de calmar los ánimos. Un pasajero reclamaba respeto por parte de la empresa, para no ser “abandonados en ese sector”.
Si bien se dieron los avisos respectivos, entienden que las medidas de seguridad deben ser solucionadas por otros organismos y no recaer en los pasajeros que abonan su boleto para llegar al destino que siempre cumplieron.