Uñas cortas, cabello recogido y sin joyas, son algunas de las medidas para los que trabajan el sector gastronómico. El horario permitido es hasta las 20 horas. El ingreso es solo hasta el 50% de su capacidad. Se estableció que no debe haber más de cuatro personas por cada 10 metros cuadrados y los empleados no pueden llevar relojes, joyas y otros accesorios.
En tanto, el ingreso de clientes a los locales gastronómicos será controlado por la terminación del documento de identidad. Sobre todo, se debe evitar condensar a más de 4 personas por cada 10 metros cuadrados, a excepción que se trate de un grupo familiar.
Se estableció que entre las sillas tiene que haber una distancia superior a un metro y medio, lo que se implementará adentro del local como en la vereda o patios internos. Al ingresar al local, en tanto, los encargados tomarán la temperatura a sus clientes, el uso del barbijo será obligatorio hasta el servicio de comidas y el alcohol en gel estará implementado en los espacios comunes.
Respecto a la forma de pago, recomendaron fomentar el uso de tarjetas electrónicas, con su posterior desinfección para minimizar el efectivo. Si el local superó la capacidad de personas debe incorporar una zona de espera, donde también se respete el distanciamiento social.
La comunicación oficial por parte del Gobierno nacional respecto a la autorización para que bares y restaurantes vuelvan a funcionar en la ciudad, fue festejada por los empresarios, quienes comenzaron a insistir para que se defina rápidamente un protocolo para la atención al cliente.
A tal efecto, anoche el Comité Operativo de Emergencia de la Provincia emitió una resolución con las medidas sanitarias a imponerse, tanto para los empleados, el espacio y también en cuanto al público, lo que se resolvió con la terminación del DNI, tal como sucede con las salidas recreativas.
Si bien desde el sector empresarial ya se adelantó que podrían iniciar la atención desde este jueves, finalmente el gobernador de la provincia, Gustavo Sáenz, anunció que será desde mañana viernes. Sobre la vuelta a la actividad de este sector, ayer el subsecretario de Promoción Turística del municipio, Fernando García Soria, festejó la reapertura de bares y restaurantes y, obviamente, se la adjudicó a la jefa del gobierno de la ciudad, mientras desde el empresariado resaltaron que la autorización fue impulsada por ese sector durante una reunión con el Gobernador de la provincia.
El funcionario alardeó sobre las gestiones realizadas desde hace "hace 10 días" por la intendenta Bettina Romero, la que presentó "un plan para la apertura de la gastronomía gradual en Salta". Tras la notificación oficial, por parte de la Nación, resaltó que el Gobierno nacional "autorizó a la provincia, pues sabemos que la provincia había hecho el pedido".
"El sector gastronómico está pasando un momento muy complicado, pues se trata de un rubro que genera mucha cantidad de puestos de trabajo en la ciudad y en la provincia", señaló el funcionario, quien agregó que tras el anuncio comenzaron a reunirse con los referentes del sector para definir las medidas sanitarias que, finalmente, salieron a última hora.
El funcionario explicó que los locales "no van a funcionar con la capacidad habitual que tenían, van a hacerlo con capacidades reducidas. Hay que tener en cuenta la distancia social", una recomendación médica que debe ser tenida en cuenta.
Se debe mantener distancias con la otra persona, por lo que se "han planteado cuestiones de separación de mesas, quitar elementos de contacto y restringir algunas modalidades de servicio, entre otras medidas", pues lo que se busca es la reapertura inmediata.
