La consideración volcada en general se hizo no solamente por lo acontecido en el Colegio, donde quisieron dejar de recibir a cuatro alumnos que se solidarizaron con un compañero de ellos que había manifestado su condición homosexual, sino con los distintos casos que se sucedieron en los establecimientos tanto públicos como privados de Salta, y que involucraron a estudiantes secundarios por su posicionamiento a favor de la interrupción voluntaria del embarazo, la cual se simbolizaba con el pañuelo verde.
Hubo al menos dos casos en el Tomás Cabrera y otro en el Arturo Illia. En ambos casos, no se fue directamente en contra del alumnado por sus posiciones, sino que se fueron buscando distintas alternativas para lograr su sanción. Al menos en los tres casos que se conocieron de manera pública, los chicos terminaban siendo expuestos ante sus compañeros sin medir las consecuencias que ello podría provocar. En Orán también se denunció a un docente por publicar en las redes sociales imágenes que denotan una presunta apología del delito contra quienes podrían ser sus estudiantes mujeres.
Pese a las denuncias y el compromiso del Ministerio de Educación de intervenir en los casos, nunca se tuvo respuestas concretas respecto de las actuaciones.
Ante ello, la directora del Observatorio de Violencia contra la Mujer, Pía Ceballos, entendió imprescindible que a como de lugar, la ministra Analía Berruezo finalmente aplique la Ley de Educación Sexual Integral, que permitirá abordar diversos temas que invitan al debate y a la posibilidad de un mayor entendimiento de los derechos.