La institución que nuclea a los profesionales de esta rama advirtió en el comunicado sobre esta omisión en la convocatoria.
“Entendiendo que desde el conocimiento de los profesionales de la nutrición se pueden aportar en la elaboración de políticas que puedan mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por este flagelo”.
Asimismo, sostienen que desde el cuerpo colegiado y desde hace meses vienen solicitando “la conformación de una mesa multisectorial y de trabajo interministerial para subsanar el problema de la desnutrición y deshidratación, a la vez que también se debe hacer social con equipo conformado por profesionales de distintas disciplinas para vencer a esta problemática de años de duración”.
“Tenemos toda la predisposición de trabajar junto a las autoridades municipales, provinciales y nacionales para vencer esta problemática”, afirmaron al mismo tiempo que destacaron la decisión de declarar emergencia socio-sanitaria del gobernador Gustavo Sáenz.
“Pero entendemos que todos los actores debemos participar”, instando a ser convocados, y con la firma de su presidenta, la licenciada en nutrición Lidia Loza.
La historia que se repite
La exclusión de este sector no es nueva. Sostienen que resulta fundamental su aporte de conocimientos y experiencia frente a las problemáticas que se plantean resolver desde la provincia
Ya en septiembre del año pasado, bajo el mandato de Juan Manuel Urtubey que por entonces lanzó una serie de medidas en el marco de la declaratoria de Emergencia Alimentaria Nacional, Loza había advertido en diálogo con Nuevo Diario que entonces tampoco fueron convocados desde el gobierno, pese a que allí también se pusieron a disposición.
En ese momento la titular del Colegio se mostró preocupada por el valor y el aporte nutricional real de los alimentos de las canastas básicas alimentarias, incluidas las de módulos alimentarios que reparte el Estado, como las que configuran las ofertas en el mercado, denominadas, de “Precios Cuidados”.
Loza analizaba asi, el lanzamiento del Plan Alimentario y advertía sobre la necesidad de un asesoramiento por personal idóneo y capacitado”.
En ese sentido la nutricionista advertió: “En la provincia tenemos diversidad cultural en los cuatro puntos, con una mirada cultural distinta, en particular en comunidades originarias y no podemos imponerle un tipo de alimentación, sino aprender de sus conocimientos ancestrales, para mejorar después las preparaciones, y no invadir”.