Gualberto falleció sin conocer lo que pasó con su hijo, que fue sacado a los golpes por un grupo de policías y luego desapareció. En este momento en la ciudad de General Roca, Río Negro, se está llevando a cabo el juicio contra siete policías acusados por este hecho. La audiencia continuará mañana, precismante.
Gualberto estaba gravemente enfermo y fue internado hace días en el Hospital Juan Domingo Perón en Tartagal, pero no mejoraba, por lo que fue trasladado al Hospital San Bernardo de esta ciudad, donde fue sometido a una intervención quirúrgica anteayer y quedó en terapia intensiva. En la madrugada falleció.
Su cuerpo fue llevado a Misión Cherenta, donde anoche se lo velaba, en su casa paterna.
El abogado Sergio Heredia, querellante junto a Leandro Aparicio, informó a Nuevo Diario que la muerte de Gualberto no afectará el proceso a los policías. “El juicio se sigue desarrollando normal y seguimos trabajando, no vamos a claudicar, vamos a seguir adelante y los vamos a condenar”, sostuvo.
Gualberto esperaba encontrar el cuerpo de su hijo con la excavación en un pozo, pero no fue posible. Pero sabía cómo lo mataron, quiénes lo asesinaron”.