En Salta, el domingo realizarán una caravana vehicular a las 16.30 que partirá desde Atocha, cruzará por el centro de la ciudad hasta la terminal de ómnibus, luego continuará por avenida San Martín y Jujuy hasta la rotonda de Limache.
La convocatoria fue realizada por familiares de los 7 tripulantes salteños de la Fuerza Armada fallecidos que exigen urgentes respuestas por parte del Estado, y argumentando total desamparo y abandono de la Justicia.
Ese 15 de noviembre de 2017, la embarcación se encontraba patrullando aguas argentinas para tratar de identificar buques que pescaban ilegalmente dentro del espacio marítimo nacional. Perdió contacto con la Armada a las 7.19, ocho horas después de que el Jefe de operaciones del submarino informara sobre un principio de incendio en el tanque de baterías número 3, provocado presuntamente por el ingreso de agua por el sistema de ventilación, y que terminó provocando su hundimiento.
Los restos del submarino ARA San Juan fueron localizados un año más tarde, el 17 de noviembre de 2018, sobre el lecho marino a unos 800 metros de profundidad en el Atlántico Sur. El hallazgo, a cargo de la empresa privada Ocean Infinity, fue muy cerca del punto de último contacto.
Los salteños en el ARA San Juan
Sergio Cuellar tenía 35 años, era oriundo de Salvador Mazza.
Ramiro Arjona, de Campo Quijano, se enlistó en la Armada hace más de 10 años, era padre de dos hijos.
Jorge Valdez, oriundo de Yrigoyen. Jorge terminó de estudiar y comenzó su vida en Buenos Aires. Regresaba a Yrigoyen durante sus vacaciones.
Roberto Daniel Medina tenía 40 años y era el maquinista del submarino. Su hermana, Paola Medina, contó que Roberto dejó Salta para irse a Mar del Plata ni bien terminó el secundario y desde entonces ingresó a la Armada Argentina. La familia Medina vive en Atocha y la última vez que se comunicaron con él fue el 8 de noviembre cuando Roberto se encontraba en Ushuaia. Medina estaba casado con una mujer también salteña y vivían junto a sus dos hijos en Mar del Plata.
Marcelo Enríquez era de El Quebrachal, casado, y con dos hijas de 11 y 7 años, las que se radicaron en Mar del Plata cuando él se unió a la Armada.
Cristian Ibáñez trabajó 10 años en el submarino.
Luis Carlos Nolasco tenía 30 años y en 2007 dejó Salta para ingresar a la Armada Argentina.