El objetivo es mantener viva la memoria de los brigadistas Mauricio Valdéz, Víctor Humberto Ferreyra, Martín Albarracín y Matías Daniel Vilte, sus familiares junto a los trabajadores de Defensa Civil un total de 60 personas, partirán este sábado a las 3 de la mañana rumbo a finca el Acheral, lugar del fatídico desenlace.
“Este viaje lo teníamos planificado para el aniversario del año pasado y se suspendió en tres oportunidades por las lluvias. Este sábado salimos 30 personas para subir el cerro y 30 personas que van a la tarde para el homenaje que se hará en la plaza de Guachipas donde hay un monolito para recordar a los muchachos”, afirmó Omar Valdéz, padre de Mauricio Valdéz.
En el cerro El Acheral, luego de caminar cerca de una hora y media por un sendero angosto, de cerros y precipicios, un sacerdote dará un responso. Allí los esperará el diputado provincial Elio René Flores Royano, dueño de una parte del predio en donde se produjo el incendio. El otro sector es de María Inés Diez.
En la plaza de Guachipas se celebrará una misa. Se espera que también hable Néstor Ruiz de los Llanos, titular de Defensa Civil, Omar Valéz, padre de Mauricio y algún otro familiar.
El juicio se inicia el 15 de octubre
El próximo 15 de octubre se iniciará el juicio por la muerte de brigadistas ocurrido en 2014. Serán juzgados Víctor Jesús Ola Castro, Roberto Durnelli y Víctor César Dagum, que fueron imputados del delito de incumplimiento a los deberes de funcionario público.
Las audiencias se extenderán hasta el 31 de octubre en el Salón de Grandes Juicio de la Ciudad Judicial, estará a cargo del juez de Garantías 4, Diego Rodríguez Pipino, en representación del Ministerio Público Fiscal estará la fiscal Mónica Poma, mientras que defenderán a Ola Castro, los abogados, Domingo Vargas y Mario López Escotorín, mientras que los acusados Roberto Durnelli y Víctor Dagun serán defendidos por Ricardo Poclava.
Fernando Teseyra, Marcelo Arancibia, y Carlos Humberto Saravia oficiarán de querellantes y actoría civil.
El 27 de octubre de 2014, los brigadistas fueron a El Acheral, en Guachipas, donde tenían que apagar un incendio, que se había iniciado casi cinco días antes, sin que se pudiera controlar. Al día siguiente encontraron en la zona sus cuerpos incinerados.