Así lo confirmó a Nuevo Diario Ángel Ortíz Secretario Gremial del Sindicato de Empleados de Comercio de la provincia de Salta: “esperamos la respuesta a los puntos de reconsideración de lo que se planteó y acompañamos como sindicato”, señaló y agregó que restaba la aprobación del dueño de la firma.
Luque se encuentra en proceso de convocatoria de acreedores, además de conocerse que no volverán a abrir sus puertas, los empleados de la empresa en Salta que ascienden a 43 estarían cerca de acordar por lo reclamado.
Esto se supo después del encuentro que el jueves mantuvieron en Tucumán, seis trabajadores de la sucursal salteña, el secretario gremial Angel Ortíz y el gerente de Luque.
Ortíz señaló que si bien, del encuentro sólo participaron los apoderados de la empresa: “son enviados y autorizados, por lo que nos mantenemos todavía optimistas”.
El secretario sindical en representación de los empleados de comercio dijo que: "Se analizó la forma de mejorar las ofertas, hubo algunos puntos en los que se avanzaron y estamos esperando que el señor Emilio Luque lo apruebe", afirmó.
Luego de varios meses de conflicto, la cadena de supermercados Luque cerró sus sucursales y despidió a sus 1.200 empleados en sus distintas sucursales, siendo 43 las personas que perdieron su fuente laboral en nuestra provincia.
La firma pertenece al empresario tucumano Emilio Luque y contaba con unos 20 locales distribuidos en las provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y Salta.
Según trascendió de las fuentes sindicales, la empresa adeudaba parte de los salarios de agosto y septiembre -en promedio unos $60.000 por persona- y ofreció a los trabajadores despedidos el pago de un 60% de la indemnización en 13 cuotas.
Los empleados de la sucursal de Catamarca ya habrían aceptado esa propuesta, apremiados por la necesidad de cobrar sus sueldos. La empresa se encuentra en concurso preventivo de acreedores y tiene una deuda con la AFIP de $200 millones.
“Una muerte anunciada”
La empresa nació como una distribuidora de bebidas a fines de la década del 70. En 1992 inauguró su primer supermercado, un local de venta mayorista, en la ciudad de San Miguel de Tucumán y pocos años después inició un proceso de expansión con locales (mayoristas y minoristas) en las provincias del norte del país.
Tanto empleados como representantes sindicales analizaron desde el inicio del conflicto que se trataba de “un final anunciado” que la empresa venía dilatando. "La firma no tenía intención de reabrir porque las inversiones del supermercado las llevaron a otros negocios”, señalaron.
En los últimos años Luque se diversificó, especialmente en el sector del agro: en marzo de 2017 le compró a Atanor los ingenios Marapa y Concepción, que es el segundo más grande del país, por USD 200 millones.