No obstante, desde la empresa aseguraron a Nuevo Diario que no se trata de la única situación y que idénticas irregularidades en otros establecimientos fueron denunciadas en las últimas horas.
Autoridades de SAETA presentaron este viernes una denuncia penal ante la Fiscalía Penal N°5, en razón de haberse detectado la presentación de documentación apócrifa al momento de gestionarse tarjetas estudiantiles.
La denuncia fue formulada por el gerente Técnico de SAETA, José Sajia, junto al jefe de Centros de Atención al Usuario, Ricardo Joaquín Dorado y la gerente legal de SAETA, María Silvina González.
Al respecto, el gerente general de SAETA, Claudio Juri explicó que “se detectaron certificados ilegales de alumno regular emitidos a nombre de un Instituto terciario, bajo firma y sello de un docente jubilado, quien también habría sido damnificado por esta maniobra”.
El titular de SAETA recalcó que no sólo cometió delito aquel que entregaba estos certificados sino también el que lo usa sabiendo que no corresponde. Explicó que “algunas de estas personas nos dieron el nombre e incluso la foto de la persona que supuestamente vende los certificados a un valor de entre 300 y 600 pesos".
La confirmación de esta maniobra fue puesta en conocimiento a todos los Centros de Usuarios de SAETA, medida que además permitió detectar nuevas gestiones de este beneficio con idéntica documentación apócrifa.
Ante este marco Juri dispuso que se realice una auditoría a fin de detectar casos similares, e informó a Nuevo Diario que en ese marco de investigación, se detectaron casos similares en otras instituciones educativas, que ya fueron denunciadas, según detallaron desde la empresa.
La maniobra denunciada
El jueves último cuando una estudiante, aparentemente alumna del Instituto Superior del Profesorado de Salta N°6005 se presentó SAETA con la intención de gestionar la tarjeta estudiantil con el pase gratuito para lo que debía presentar una fotocopia de su DNI y el certificado de alumno regular.
En el Centro de Atención al Usuario de SAETA, la menor fue atendida por Dorado, que al momento de corroborar sus datos con el padrón de estudiantes del Instituto no halló su nombre en la lista.
Dorado entregó la tarjeta a la joven advirtiendo que se procedería a contactar a la Dirección del establecimiento. Junto a la directora se analizó el certificado, advirtiendo que la constancia no coincidía con las confeccionadas y que contaba con firma y sello de un profesor, quien renunció a su cargo en 2017.