La manifestación vehicular se planteó en contra de la posibilidad de que la Provincia retorne a la fase 1 y los obligue a cerrar los locales comerciales.
Quieren ser recibidos por el gobernador Gustavo Sáenz.
A partir del miércoles 9 hasta el martes 15, por disposiciones provinciales para frenar el alto nivel de contagios, se dispuso el cierre de los negocios, lo que llamó a los comerciantes a manifestarse con un bocinazo, por considerar que "no aguantan más" y que no les llega la asistencia del Estado frente a los compromisos que tienen con los empleados y para cubrir los costos.
Remarcaron que los comerciantes del microcentro son los que más cumplen con los protocolos y los que mayores restricciones tienen. "Colaboramos 60 días cerrados y ya no damos para más. Los del centro somos los únicos que respetamos las distancias, los protocolos y somos los que menos gente tenemos y necesitamos abrir, y que nos saquen (la atención por) el DNI", señaló uno de los manifestantes.
Agregaron que las restricciones rigen para el microcentro y no para los alrededores. Precisaron que no pueden hacer frente al pago de los impuestos, alquileres ni de los sueldos de los trabajadores.
Miguel García, otro de los comerciantes que se manifestó, sostuvo que "a pesar de que se anunciaron ayudas, créditos y reducciones de impuestos, nada llegó de forma concreta y masiva. Tenemos en contra la ley antidespidos y son muchas cosas las que tuvimos que soportar en estos meses. Muchos comercios no van a aguantar 15 días más si se cierra todo".
Luego añadió: “Nosotros no desconocemos la pandemia, decimos que cumplimos con nuestra parte, si el Estado no supo contener la situación nos parece injusto que terminemos pagando con nuestro negocio la incompetencia de las autoridades”.
García señaló que en el caso de que se vuelva a fase 1, perderán el negocio si no reciben ayuda real del Estado.
Respecto a los beneficios que otorgaron Nación y Provincia, el comerciante sostuvo que “hay casos en los que llegó la ayuda, pero otros tuvieron problema para tramitarlo y a otros directamente no les respondieron. La exención de impuestos nunca se dio. No recibimos ayuda, pero tenemos que cumplir con nuestras obligaciones. La gente que tiene empleados tiene que pagarle o bien enfrentar una doble indeminización que es una sentencia de muerte para el comercio”.
Por último remarcó que muchos comerciantes tuvieron que hacerse cargo de los hisopados de los empleados, ya que ni las ART ni las obras sociales se hicieron cargo, sumando así más complicaciones a la situación económicas de estas Pymes.
