La pequeña saldrá desde Barquisimeto, Venezuela, acompañada de su tía y sus dos primos, con quienes vive actualmente.
La semana pasada se hizo un bono contribución donde logró recaudar, gracias a la solidaridad de los salteños, parte del dinero para los pasajes.
“Me faltan dos mil dólares porque a mi hija tengo que hacerla traer con mi hermana, que viene con sus hijos, ya que mi niña no puede salir sola del país”, contó Maiby a Nuevo Diario.
“Mucha gente me ayudó y con dinero que también ahorré pude comprar 400 dólares. Para lo que me falta estoy tratando de sacar un préstamo, ya que por ser extranjera no puedo tener tarjetas de crédito ni cuentas bancarias y se complica”, señaló la mujer.
Maiby reside en Salta desde febrero del año pasado y cuenta que trabajó de lo que pudo para poder mantenerse y juntar dinero para reunirse con su hija.
“Hice un montón de cosas, desde limpiar, cocinar, trabajar en tiendas y en todo lo que salía. Ahora trabajo en una farmacia y estoy un poco más estable”, dijo. Por ahora vive en una casita del barrio 25 de Mayo, junto a otra hermana que lleva dos años en Salta.
“Vine a esta ciudad porque acá me recibió mi hermana. La situación en Venezuela está muy complicada con respecto a comida, medicamento, trabajo. Lo que se gana no alcanza para nada”, comentó.
La nena está terminando el primer grado, que para Argentina equivaldría al 2do grado. “El sistema educativo en Venezuela es diferente al de aquí, las clases inician en septiembre y terminan en julio. Allá se hace jardín, luego preparatorio, que es como un primer grado dirigido y luego primer grado. Cuando los niños llegan a primer grado los niños deben saber leer y escribir”, señaló.