“Salta es una ciudad que tiene menos del 10% de refugios en relación a las paradas de colectivos, y en muchos casos, en malas condiciones”, aseguró Cánepa, agregando que “fue una reunión muy positiva donde pudimos fijar claramente quién tiene que hacer las inversiones para beneficiar a los usuarios que utilizan el transporte masivo de pasajeros.”
Cánepa, Hanne y Garrido, determinaron que la empresa que opere el sistema deberá hacerse cargo de la ejecución y mantenimiento de los refugios, bajo las normativas y criterios fijados por la Municipalidad, y donde la Autoridad Metropolitana de Transporte, como organismo técnico, fiscalizará el cumplimiento por parte de las empresas.
“Durante mucho tiempo tuvimos una gran zona gris en cuanto a las responsabilidades, y hoy definimos que los criterios de los refugios los va a llevar a delante el municipio, en cuanto a la calidad, características y ubicación, para que desde la AMT se establezca como obligatoriedad” explicó el edil.
El titular de AMT dijo que “una parada con un refugio claramente señalizado con el origen y destino de cada corredor, hace del servicio de transporte público algo integral, que no es solamente subirse a un colectivo”.