El periodista, que es a su vez propietario de una pequeña radio, sostuvo que ayer se le notificó la rescisión del contrato que tenía con la Municipalidad de esa ciudad como asesor de Cultura.
En principio el contrato carecía de una fecha específica y, más aún, las fechas que se habían dispuesto en el escrito eran erróneas.
Sólo supo tras ir al Instituto Provincial de la Salud (IPS), para un tratamiento, que el contrato estaba extendido hasta el 28 de febrero. Sin embargo, ayer llegó la notificación por la cual le comunicaron la recisión del contrato al no necesitar más de sus servicios como asesor de Cultura.
Tras recibir la notificación se presentaron funcionarios de la Dirección de Rentas de la Municipalidad para pedirle los permisos para que la radio continúe funcionando, y lo intimaron a presentar los papeles.
García especuló que la persecución surgió tras un reclamo que hizo para que le paguen por la animación que realizó durante el desentierro del Carnaval y de la publicidad que pasó de manera rotativa por el evento.
No descartó, además, que tenga que ver con las denuncias que realizó a fines de septiembre del año pasado como víctima de abusos por parte del excura Emilio Lamas, que puso un manto de sospecha sobre toda la Iglesia salteña en general y la de Rosario de Lerma en particular.
Por su parte, ayer se consultó a funcionarios que pidieron tiempo para enterarse de lo denunciado.