El secretario de Defensa Civil de la provincia, Néstor Ruiz de los Llanos, así lo indicaba anoche a Nuevo Diario, mientras recibía las comunicaciones del lugar que se convertía en el tercero en sufrir estos temporales que en poco tiempo, producen mucho daño.
Esos perjuicios fueron vivenciados la madrugada de ayer por los vecinos de Río Piedras (en el departamento Metán), y del paraje El Barrial (en el departamento San Carlos), que perdieron algunas de sus pertenencias.
En el caso de Río Piedras el problema más que la lluvia fueron los vientos que dejaron árboles caídos y chapas voladas por todo el pueblo.
“Inmediatamente se supo de esta situación, la ministra (de Desarrollo Social y Asuntos Indígenas), Edith Cruz, decidió que los equipos vayan a socorrer con ayuda a las familias de ese municipio”, dijo Ruiz de los Llanos al indicar que inmediatamente dada la indicación se dio la ayuda necesaria a los damnificados del fenómeno climático.
“Los fenómenos van a ser así, mucho viento, mucha agua, en poco tiempo”, reiteró el funcionario al advertir a la población sobre las situaciones que se po-drían comenzar a vivenciar a partir de estas particularidades climáticas.
En este caso, dijo, actuaron también los integrantes de las fuerzas vivas del municipio metanense.
Familias que perdieron su casa
La situación fue un poco peor en el paraje El Barrial, ubicada en la zona rural que colinda con las serranías de los Valles Calchaquíes, donde al menos cuatro familias se quedaron directamente sin su vivienda.
Así lo relató ayer la concejal por el Frente Salteño, Sonia Magno, quien se acercó al paraje a hablar con las familias que fueron damnificadas.
La edil detalló que el problema fue que las lluvias que tuvieron lugar en los cerros bajó con fuerza hacia el cauce que cruza por el paraje, y lo superó en dos o tres metros el callejón que allí se conforma.
Esto generó que el barro ingrese a las viviendas y termine por generar que muchas de ellas, que son de adobe y sin cimiento, terminen cediendo.
Según Ruiz de los Llanos al menos había cuatro familias que fueron evacuadas la mayoría en casa de los familiares dentro del Municipio, y una en el camping municipal.
Sin embargo, la concejal Magno sostuvo que ayer las familias estaban en el lugar y no querían moverse para poder conservar las pocas pertenencias que les habían quedado. Se contaba unas 30 personas perjudicadas por la situación, entre las cuales se encontraban chicos que tienen entre 2 y 16 años en su mayoría, además de sus padres.
“No podemos convencerlos aún para dormir en otro lado”, dijo.