Isaías Fernández, cacique de la comunidad El Quebracho, indicó a Nuevo Diario que el pasado jueves sufrieron en sus tierras el ingreso de máquinas para sembrar, situación que lograron impedir y luego denunciar en la Comisaría N° 42 de Tartagal. Dos días después, el sábado por la mañana, entraron a fumigar la zona donde vive la comunidad.
Fernández informó que, a lado de sus tierras, ubicadas sobre la ruta 68, hay una finca que pertenece María Monserrat Tarres, quien tendría tierras en otras localidades y hoy busca avanzar sobre las 100 hectáreas que le pertenecen, por resolución nacional y por la Ley 26.160, a la comunidad de El Quebracho.
"Esta gente nos viene atropellando hace tiempo. Quisieron hacer un alambrado, nos denunció, y pudimos zafar de eso. Ahora intervino la justicia y hay una medida de no innovar, con lo que no pueden avanzar. Ahora le prohibimos que siembren porque nos afecta no solo a nosotros sino también a otras comunidades y a un barrio", informó el cacique.
La situación afectó también a las comunidades Mi Troja, Polita, Misol, Loira y Cambairos.
La fumigación logró frenarse tras disuadir al chófer de la máquina fumigadora, quien desconocía la situación de la presencia de una comunidad y fue contratado por productores de la provincia de Córdoba que arrendaron la tierra de El Quebracho a Monserrat Tarres.
María Monserrat Tarres fue denunciada penalmente tanto por el intento de adjudicarse las tierras de la comunidad como por la arrienda e intervino la Fiscalía de Tartagal a cargo del doctor Medina.
A pesar de la medida de no innovar, las autoridades de las comunidades se encuentran en asamblea permanente y en resguardo del territorio, impidiendo futuros intentos de siembras y fumigaciones.
