Se construyó un parque ribereño sobre ambas márgenes del río San Antonio, que recorre de Sur a Norte, en una extensión de aproximadamente 300 metros.
Este paseo tiene como edificios representativos para la comunidad, la Iglesia San Antonio de Padua (al Suroeste) y el Mercado de Artesanos (al Noreste).
Se trata de un espacio público jerarquizado que rememora con su diseño, aquellas actividades que hicieron posible el desarrollo del lugar. Estas actividades son la ferroviaria y la minera.
Entre ambas márgenes del río y localizado en su parte central, se construyó un puente, a fin de facilitar el cruce peatonal de los vecinos del lugar.
Asimismo, se realizaron baterías de baños en el sector posterior de la Iglesia y se creó la Casa de la Magia, dotándola de equipamiento apto para brindar servicios turísticos a los visitantes.
Se adoquinaron calles laterales al parque para mejorar los accesos al mismo y se colocaron bancos y cestos de basura trabajados artesanalmente, para mayor disfrute de los visitantes.
La inversión, de más de $51 millones, se concretó con fondos provinciales y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
