La toma se inició el martes y continuará a menos que el ministro de Salud, Roque Mascarello, viaje hasta la zona y les pueda otorgar respuestas.
Una vecina de la zona explicó a Nuevo Diario que el detonante fue la muerte de Nadia Arroyo, de 28 años, quien estudiaba enfermería y falleció en el hospital por (según lo indica la información oficial), “paro cardiorrespiratorio no traumático, cetoacidosis diabética”.
Según contó Nidia Palomo, “cuando sucedió esto tuvieron que pedir prestado el aparato para medir el nivel de azúcar. Ella necesitaba insulina inmediata y no había”. Sin embargo, la población sigue con la sospecha de que la chica tenía dengue, algo que se negó reiteradamente desde el Ministerio de Salud.
Uno de los puntos que sí reconoció el Ministerio de Salud a través de un comunicado es que en la localidad faltan ambulancias.
En un detalle que brindó la cartera sanitaria a distintos periodistas que consultaron por la situación, se explicó que: “Desde septiembre del 2018 al hospital de Alto La Sierra se le entregó tres ambulancias en excelentes condiciones, las cuales no tuvieron el mantenimiento correcto por parte del área operativa”, razón por la cual se iniciaron sumarios en contra del personal que se encuentra a cargo del área automotor del hospital.
Ambulancias con motor fundido
“La primera se encuentra fuera de funcionamiento con el motor fundido como consecuencia del uso negligente y con el radiador totalmente obstruido por barro. Se debe rectificar completamente, con un costo mayor a los 300 mil pesos.
La segunda, un vehículo que fue equipado para moverse en la zona, teniendo en cuenta las características de los caminos, regresó a Salta en grúa, con el motor fundido y en pésimas condiciones generales. La ambulancia estaba funcionando en condiciones mínimas, sin mantenimiento por parte de los responsables.
El costo total de la reparación supera el millón de pesos. La tercera, fue encontrada abandonada en un taller de Tartagal, a partir de ese momento se la regresó a servicio luego de reparar el motor, el sistema de inyección y repuestos varios. Arreglos que demandaron un gasto de $341.181”.
La vecina, por su parte, negó que existan ambulancias y que si bien (como se dijo desde la cartera sanitaria), se comprometió un nuevo vehículo esta semana, “sabemos que es una camioneta que no está nada equipada”.
A ello agregó que ayer tuvieron que derivar a una persona con fiebre y a una nena de 14 años de la comunidad wichí que tenía trabajo de parto y era primeriza a Tartagal (en el departamento San Martín). Por las fotos que envió los traslados se tuvieron que producir en un vehículo particular.
Anoche los vecinos se manifestaron nuevamente en el pueblo y no descartaban la posibilidad de endurecer las medidas de protesta para conseguir respuestas.
Sin medicamentos ni bioquimicos
Otro de los reclamos de los vecinos de Alto La Sierra es la falta de un profesional bioquímico que les permita contar con los análisis en el momento que lo precisen.
Otro de los reclamos de los vecinos de Alto La Sierra es la falta de un profesional bioquímico que les permita contar con los análisis en el momento que lo precisen.
Palomo dijo al respecto que en caso de precisar un análisis en laboratorio, los pacientes deben ir hasta Santa Victoria Este, ubicada a unos 70 kilómetros de Alto La Sierra. Lo mismo sucede en caso que precisen conseguir medicamentos que no hay en el hospital, lo cual describió como una situación común.
Desde el Ministerio de Salud, en tanto, se indicó que respecto a la falta de un profesional bioquímico en el nosocomio, “se recuerda que el doctor (bioquímico), Bustamante, quien se desempeñaba en el área operativa hasta marzo de este año, tuvo que dejar su puesto de trabajo por las continuas amenazas recibidas por las comunidades de la zona. Esto consta en la comisaría local donde se radicaron las denuncias”.
Otra muerte por diabetes
El diputado por Santa Victoria Este, Ramón Villa, sostuvo que antes que se conozca la muerte de Nadia Arroyo, que ocurrió el primero de junio pasado, se denunció que una mujer de apenas 40 años y con cinco hijos también falleció a raíz de un problema de diabetes crónica.
En el certificado de defunción que tenía el diputado en su poder, figuraba “diabetes descompensada”.
Según las informaciones con las que contaba el legislador, la mujer había sido atendida en el Hospital de Alto La Sierra y fue dada de alta por lo que se dirigió a su vivienda en el paraje Balbuena.
Sin embargo, volvió a sentirse mal y ante ello, tras ser revisada, fue derivada a Tartagal, donde fallec
