"Nos costó casi cuatro años de trabajo desarrollar este sistema; formamos una gran cantidad de agentes que hoy manejan estas herramientas con mucha capacidad", dijo Bullrich. En las provincias, los centros locales de monitoreo -que reciben información cruzada simultáneamente- funcionan en las ciudades de La Quiaca, Jujuy; Aguas Blancas y Salvador Mazza, en Salta, y Puerto Iguazú, Misiones.
Según información oficial, durante 2019, solo en Aguas Blancas y en Salvador Mazza se realizaron 539 "procedimientos con resultado positivo" que fueron dirigidos a través de los nuevos dispositivos. A su vez, por el trabajo en todas las localidades se logró detener en total a 400 personas por contrabando, narcotráfico e infracciones migratorias, según información oficial.
Además, en las fronteras ya operan dos tipos de vehículos aéreos no tripulados: unos de tipo UAV 400, que transmiten imágenes en tiempo real y cuentan con autonomía de 90 minutos, y los de tipo UAV 650, que también cuentan con cámara diurna y nocturna, y pueden volar durante 15 horas ininterrumpidas.
Entre los dispositivos, operados por 130 agentes federales que fueron instruidos específicamente, también se sumaron Centros de Comando y Control móviles tipo ISRV, que cuentan con cámaras y un radar terrestre.
Además, fueron construidas once torres equipadas con sensores y radares fijos que permanecen encendidos continuamente.
"Este cuadro de situación unificado permite la detección e identificación de blancos en el área de cobertura a través de un sistema de alarmas automático", detallaron los especialistas que trabajaron en el informe presentado.
El responsable del centro de monitoreo y subsecretario de Control y Vigilancia de Fronteras, Matías Lobos, dijo al diario La Nación: "Semanalmente trabajamos con Gendarmería y Prefectura para medir la productividad del sistema y elevar los reportes".
La ministra Bullrich concluyó: "Estamos muy orgullosos de terminar esta gestión dejándoles al país, a los argentinos, el mejor sistema de fronteras del continente".