Mientras tanto, en la jornada de ayer iniciaron una olla popular frente al edificio municipal a la espera que el municipio acelere su compromiso de pago. La provincia acordó un aumento acumulado del 30%, a pagarse un 8% en febrero, 8% en marzo, 4% en mayo y un 10% en julio, sin embargo, los municipales de Urundel tienen congelado los salarios desde diciembre.
María Julia Pizola, secretaria general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), explicó a este medio que en la última reunión que tuvieron con los funcionarios municipales que en esta semana deben cerrar las paritarias. "Con esta crisis todo se profundiza.
Ellos (por la intendencia) nos ofrecieron un 30% de aumento al básico, pero es muy poco para los trabajadores porque hace de un aumento de $2500 hasta agosto que no le va a significar mucho a los compañeros. Nosotros estamos pidiendo el 30% sobre lo remunerativo, más un bono para más adelante", señaló.
Agregó que solicitan además que no haya persecución a los trabajadores, porque algunos mandos medios de Obras Públicas habrían amenazado con despidos y sanciones. "En medio de las negociaciones este tipo de actitudes no suma, resta", expresó.
"Hasta ahora desde el municipio siguen planteando que no tienen dinero, que no les llega. Esta es una situación que se va a replicar en otros municipios porque por ejemplo en Colonia Santa Rosa, los trabajadores también están exigiendo lo mismo, porque ningún intendente ha pagado el aumento", sostuvo Pizola.
La sindicalista exceptuó de esta situación a Orán que cerró su paritaria antes del inicio de la cuarentena en 28%.
En tanto, Carlos Domínguez, delegado de ATE de Urundel, manifestó que en la jornada de ayer ingresaron una nota solicitando una audiencia con el Ejecutivo nacional.
"Solo pedimos que adhieran a la paritarias provinciales. Estamos esperanzados en tener un aumento en nuestros sueldos. Nos mantenemos en alerta y hoy (por ayer) comenzamos con una olla popular", agregó.
