El total para las dos instituciones es de más de 6 millones y medio de pesos anuales. Ambas tienen un mismo gestor visible.
Según el decreto 390 el aporte estatal a la institución de San Lorenzo Chico es de $443.860,79 por mes, mientras que en el decreto 398 se otorgó al Colegio San Carlos, de J. V. González, por $107.213,05 mensuales. La conexión entre ambos decretos no solo es la misma fecha (el 20 de marzo), sino también de que ambos tienen relación con Luis Fernando Salinas, miembro que conforma Sagrado Corazón S.A., que tiene como uno de sus fines "realizar por cuenta propia o de terceros o asociada a terceros, en el país y/o en el extranjero(...) la Constitución, organización, explotación y administración de escuelas, colegios de nivel primario, secundario y/o terciario, propendiendo a la formación humanística, científica, artística, física, vocacional, o sea, de la educación integral y de la promoción de la cultura".
En 2016, Salinas se había reunido con la ministra Analía Berruezo para presentar (según información oficial del Gobierno) "dos proyectos educativos novedosos, en el marco de la educación de gestión privada". Uno era el de San Lorenzo, el otro la extensión a nivel secundario de la institución anteña.
El diputado Claudio del Pla, recordó que desde su bancada se pidieron informes a la provincia para conocer el sistema y los parámetros utilizados para otorgar los aportes. Ello en tanto el Gobierno provincial presupuestó un total de 1.057 millones de pesos de aportes estatales a colegios privados. La crítica no es el aporte, sino la falta de información de cómo se reparte. El secretario general del SADOP, Mario Palavecino, indicó a Nuevo Diario que hay colegios que han pedido la subvención hace seis años sin tener respuesta. La institución de San Lorenzo tiene sólo dos años y ya en 2018 recibió el aporte. En 2019 ese aporte creció cerca de un 900 por ciento.
