En tanto el diputado del Partido Obrero (PO), Claudio del Pla, pidió que se habilite una comisión investigadora independiente con intervención de los vecinos autoconvocados o del “tranquerazo” para establecer quiénes son los responsables del accidente.
“Hemos cuestionado junto a los vecinos de El Galpón durante años la instalación de Austin por el peligro emergente de la elaboración de nitrato de amonio, poderosísimo explosivo que ha provocado gravísimos accidentes en otras plantas existentes alrededor del mundo (…). El gobierno provincial y el municipal han sido cómplices para habilitar a la empresa aún contra informes técnicos del CIF que objetaban distintos aspectos, entre ellos de que la planta instalada es reciclada y obsoleta”, señaló el legislador.
Cabe aclarar que desde el inicio, pobladores de El Galpón se levantaron en contra de la instalación de la planta de nitrato de amonio y presentaron un recurso de amparo, por considerar que la empresa contamina. Además realizaron un acampe por más de cinco años en la ruta 16, kilómetro 653.
Olga Fernández, referente de los vecinos autoconvocados, afirmó: “Lo importante es la difusión pública de lo ocurrido, porque podemos hacer un montón de denuncias y los papeles quedan dormidos en los cajones y los jueces lo desestiman. Porque tenemos una justicia, un Ministerio Producción, y un juzgado de Metán cómplices que ponen barreras en la lucha. Queremos hacer visible el accionar el Ministerio de Producción que habilitó esta industria que no tenía ningún papel serio para la certificación técnicas de las piezas industriales que se trajeron herrumbradas y perforadas que se fueron arreglando en el transcurso del tiempo”.
Responsabilizó también a la Universidad Tecnológica de darle el aval a Austin en base a lo manifestado por un ingeniero boliviano de la empresa. “Han desestimado el peligro que representa este tipo de industria. Ahora ha sido una pequeña cañería con una onda expansiva pero esto recién comienza. Ellos reconocen que tienen un 70% de la estructura nueva y el resto vieja. Son industrias catalogadas como alto riesgo. La actividad debería ser detenida inmediatamente”, agregó.
Recordó la contaminación que la empresa provocó en la zona que inclusive la muerte de patos y corzuelas. “Hay muchas irregularidades que los empleados no se animan a denunciar, se sabe que hubo personas que tuvieron ronchas y que fueron asistidos por el médico de la empresa para no ser registrados por el hospital público”, señaló.