El proyecto solo tuvo eco en Campo Santo, mientras que en Güemes se aprobó uno similar de una edil que lo presentó días después que la vecina.
Olga Dan Franco, docente de Campo Santo, presentó la iniciativa el 4 de septiembre en Campo Santo y en El Bordo, y el 7 de septiembre en General Güemes. El 11 de septiembre, la concejal Paula Chanta presentó el proyecto para que se declare de "Interés Social y Humanitario la donación voluntaria de sangre para la obtención de plasma", que fue aprobado el 16 a través de una sesión virtual.
La ciudadana advirtió que podría tratarse de una copia del proyecto presentado por ella, lo que provocó malestar entre los vecinos y que la concejal tuviera que dar sus explicaciones del caso.
El jueves último, el Concejo Deliberante de General Güemes invitó a Dan Franco para que argumente y defienda su propuesta en la Comisión de Legislación. Estuvieron presentes de manera virtual los concejales Chanta, Díaz y Aguirre y de manera presencial la presidenta del Cuerpo, Stela Pérez.
Sin embargo, no hubo mayores explicaciones del proyecto aprobado sobre el tema.
A todo esto, en el Concejo Deliberante de El Bordo, también se aprobó el proyecto sin que se reconozca la autoría en la ciudadana.
También en Salta
En tanto, en Salta, la concejal Candelaria Correa, a principios de julio presentó en el Concejo capitalino un proyecto de "declarar de interés municipal la donación voluntaria de sangre en pacientes recuperados de COVID-19, para la obtención del plasma" en el que se incluye el incentivo de la reducción del 30% en los impuestos municipales. Esto generó polémica debido a que la donación de sangre (de donde se extrae el plasma) "debe ser voluntaria y para fines médicos no estando sujeta a remuneración o comercialización posterior, ni cobro alguno".
Finalmente, luego de varios debates y de reuniones con personal del Centro Regional de Hemoterapia, el 9 de septiembre se aprobó el proyecto en el que se declara de "Interés Social y Humanitario la donación voluntaria de sangre para la obtención de plasma de pacientes recuperados de COVID-19, para ser utilizado en el tratamiento de personas que estén cursando la enfermedad".
Por su parte, la concejal güemense ante las consultas periodísticas de los medios locales, primero se adjudicó la autoría del proyecto y luego aseguró que tomó -previa autorización- el proyecto de Candelaria Correa.
"Seguramente el tema será materia de investigación, porque tiene que aclararse por qué no se respetó la autoría de una ciudadana común que hace el aporte al recinto", indicó Olga Dan Franco a Nuevo Diario.
Cabe aclarar que la situación descripta podría constituir una violación a los derechos protegidos por la ley N° 11.723 de propiedad intelectual, pudiendo ser pasible de sanciones legales y también disciplinarias.
